Por segunda vez, la Universidad fue sede de un juicio por jurados
La UNLaM fue testigo privilegiada del acto de imposición de justicia por parte de un cuerpo formado por doce ciudadanos comunes (sumados a seis suplentes), vecinos del Distrito.
Una vez más, la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) dio pruebas de su servicio a la comunidad y facilitó sus instalaciones para que se pudiera celebrar un juicio por jurados.
Después de la primera experiencia, el pasado 20 de abril -la cual, además, fuera el primer juicio por jurados en la historia del Departamento Judicial de La Matanza-, nuevamente, la UNLaM fue testigo privilegiada del acto de imposición de justicia por parte de un cuerpo formado por doce ciudadanos comunes (sumados a seis suplentes), vecinos del Distrito.
El momento crucial de la jornada, que superó las 14 horas de declaraciones testimoniales, pruebas documentales y alegatos, llegó cuando el presidente del jurado comunicó que encontraban“no culpable” al imputado Maximiliano Rubén Mora, acusado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.
Si bien, en esta circunstancia, el jurado no comunica los detalles de su votación, que se realizó a puertas cerradas, se llega al dictamen de “no culpabilidad” por no haber reunido, al menos, los diez votos necesarios para la condena, ni los nueve para la reiteración del juicio tal como reza la ley de esta nueva modalidad de procedimientos judiciales.
En consecuencia, el juez Gerardo Gayol, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4, dispuso la libertad inmediata del acusado ante el carácter irrecurrible de la decisión del jurado popular.
Maximiliano Rubén Mora estaba acusado del asesinato de Diego Abel Nuñez, ocurrido el 20 abril de 2014, en la localidad de Villa Celina, provocado por un sujeto de sexo masculino que le efectuó un disparo en el pecho y le provocó la muerte.
“La UNLaM tiene una orientación social y esta es una forma de que la administración de justicia se acerque tanto a la comunidad estudiantil como hacia la comunidad matancera en general”, aseguró el juez Gerardo Gayol, encargado de las actuaciones.
Para el magistrado, la realización de un juicio por jurados en la Universidad “implica un acercamiento” de la Justicia con la sociedad porque “para los que son estudiantes de Derecho es un aprendizaje y para los que no lo son es una forma de tener contacto con una obligación civil”.