Seguridad vial: proponen bajar a 30 kilómetros la velocidad máxima en las calles de las ciudades
Así lo confirmó la directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, María Cristina Isoba. Está previsto que, junto a Madres del Dolor, entreguen en el Congreso Nacional una propuesta de modificación de la Ley Nacional de Tránsito.
En el contexto de la Semana Mundial para la Seguridad Vial, que culmina este domingo, la asociación civil Luchemos por la Vida, junto a Madres del Dolor, impulsan en Argentina la modificación de la Ley Nacional de Tránsito para reducir a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima en las calles de las ciudades. La medida se motoriza en línea con un pedido mundial que, bajo el lema “Calles para la vida”, impulsan Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, está previsto que este viernes 20 de mayo, representantes de las dos asociaciones civiles argentina lleven a cabo una caminata y entreguen en el Congreso Nacional la propuesta de modificación.
De esta manera, la directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, María Cristina Isoba, en declaraciones televisivas, detalló: “Primero, quiero aclarar que esta no es una iniciativa de Luchemos por la Vida. Luchemos por la Vida, junto con Madres del Dolor, se ha hecho cargo de alguna manera, desde el año pasado, de una propuesta de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, que es la reducción a 30 kilómetros en las calles de las ciudades. Esto está en el marco de la Semana Mundial para la Seguridad Vial, que se celebra en todo el mundo, procurando generar conciencia y promoviendo justamente la legislación para la reducción de la velocidad”.
“En el caso de Argentina, la Ley Nacional de Tránsito, establece actualmente la velocidad mínima en 40 kilómetros, y se propone reducirla a 30. Por ahí se preguntarán qué importancia puede tener, porque son nada más que diez kilómetros de diferencia. Pero esos diez kilómetros pueden salvar muchas vidas. A 30 kilómetros por hora, en un atropellamiento por parte de un vehículo contra un peatón, las posibilidades de sobrevivir a ello son de nueve sobre diez. A 40 kilómetros, las posibilidades de reducen a siete sobre diez. Es decir, tres de cada diez atropellados a 40 kilómetros por hora mueren… el cuerpo humano no está preparado para sufrir el impacto de un atropellamiento”, marcó Isoba a la señal de noticias TN.
Asimismo, la asociación civil señaló que la medida también se propone para tener más tiempo para reaccionar y frenar frente a un imprevisto, para contribuir al medio ambiente con menos emisiones de carbono, y para tener “ciudades más saludables, habitables y seguras”.
Controles, la clave
Asimismo, como señalaron otros referentes y especialistas, Isoba enfatizó que una de las claves para que las legislaciones sean efectivas pasan por la educación vial y, fundamentalmente, por la realización de controles eficaces.
“Por ejemplo, ahora se está promoviendo el Alcohol cero al volante en todo el país. Pero los controles que se hacen son totalmente ineficaces, porque son muy pocos, y entonces, los conductores alcoholizados detectados son muy pocos. Y con las velocidades excesivas, pasa exactamente lo mismo. Toda legislación requiere sanciones efectivas, y para eso hay que controlar primero”, remarcó.
En el caso de La Matanza, cabe recordar que, días atrás, en comunicación con El1 Digital, Evelyn Galdi, titular del colectivo de familiares y víctimas de siniestros viales y hechos delictivos Matanza Duele, recordó: “(Los siniestros viales a causa del alcohol) no pasan sólo en La Matanza, sino en distintos municipios, y es por la falta de prevención y de concientización. Tenemos muchísimo para trabajar. No digo que no se estén haciendo, porque se ven los operativos y controles que está haciendo el Municipio. Pero, el Municipio es muy grande, y la demanda es gigantesca".