René Mendoza: un matancero por elección que dejó una gran huella

El legado del referente social son los aportes que hizo, durante casi tres décadas, para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del barrio San Cayetano, lugar por el que luchó hasta su último día de vida.

René Mendoza, quien murió asesinado el último domingo, fue un importante referente social y matancero por elección. Quienes lo conocieron cuentan que llegó desde su Bolivia natal con 40 años y muchos sueños y, desde entonces, ancló en el Partido, pero desde hace 27 años echó raíces en el barrio San Cayetano de la localidad de González Catán.

Fue tal su vocación de ayudar al prójimo, que hace más de 20 años creó y encabezó la Junta Vecinal del barrio San Cayetano: allí, se encargó de tender una mano a cada persona que lo necesitara, ya que la mayoría de los lugareños son vecinos de orígenes muy humildes y de escasos recursos.

Teniendo en cuenta este contexto, y la necesidad de los vecinos que lo rodeaban, creó y coordinó el merendero “Casa Feliz", que se sostenía gracias a las donaciones de la gente. En ese sentido, el referente siempre agradeció la ayuda de cada persona que se acercaba a dar una mano desinteresadamente puesto que, siempre recalcaba, no tenían colaboración por parte del Estado.

En cada oportunidad que tenía, Mendoza dejaba en claro su “preocupación por la inseguridad que había en el barrio”. A la vez, solía hacer hincapié en que, cuando ocurre algún hecho delictivo en la zona, “no se puede recurrir a nadie”. René destacaba, constantemente, que sentía que se dejaba a “las familias a merced de los delincuentes que no tienen ni un poco de piedad”.

Preocupado por esta situación, comenzó a gestar las reuniones vecinales para determinar qué se podía hacer al respecto. “La violencia se acrecentó con el tema de la cuarentena”, aseguró René meses atrás. Además, siempre denunciaba como, poco a poco, la droga comenzaba a ganar las calles del barrio. Paradójicamente, un tiempo antes de ser asesinado, casi como un mensaje premonitorio, pidió en una de las últimas entrevistas que dio a Radio Universidad “que los vecinos no se cansen de gritar y de pedir ayuda para frenar los hechos de inseguridad”.

El trabajo social vinculado con la UNLaM

Por su fuerte vocación de ayudar a quienes lo precisaban, René Mendoza hacía las veces de nexo con esta Casa de Altos Estudios a través del Observatorio Social de la entonces Secretaría de Medios y Comunicaciones. De esta manera, se convirtió en uno de los referentes con los que se contaba para describir cuál era la situación de su barrio. El vínculo con la Universidad Nacional de La Matanza es de muchos años; ejemplo de esto son las donaciones que se acercaron hasta su domicilio, después de las inundaciones de 2013 para que se repartieran entre los vecinos que lo habían perdido todo.

Quienes conocieron a este matancero por adopción, aseguran que su legado es el compromiso que tenía con su comunidad, para que cada vecino cuente con la posibilidad de tener mejores condiciones de existencia. A través de su trabajo desinteresado y solidario, dejó una valiosa lección de vida.