Fin de la repitencia en la provincia de Buenos Aires: ¿una medida esperada?
En diálogo con Radio Universidad, el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, justificó las reformas anunciadas recientemente.
Por Alberto Sileoni*
Hubo una cantidad de reformas en la educación bonaerense. Algunas fueron más visibles, como la inauguración de 232 escuelas y la entrega de libros y herramientas tecnológicas. En cambio, otras son significativas al corazón de la educación, relacionado con lo pedagógico.
Hemos cambiado el diseño curricular de la educación inicial y hay casi 650.000 chicos bonaerenses que tienen más horas en la escuela primaria. También cambiamos el diseño curricular de ocho profesorados de la educación superior y modificamos los contenidos de la educación de adultos y de educación especial.
Nos quedaba abordar el nivel secundario, el hueso más duro de roer. Vamos a cambiar los diseños curriculares y los contenidos. Además, para 2027 haremos una convocatoria a llamado de concursos de titularización de directores y vicedirectores, junto con la modificación del régimen académico.
En este contexto se destaca el titular “se acabó la repitencia”... Inevitablemente, algunos sectores lo relacionan con la idea de que nadie va a estudiar, pero la realidad es más compleja. La repitencia tiene cien años en el sistema educativo argentino y la mitad de las provincias argentinas, junto con la Ciudad de Buenos Aires, la eliminaron.
No obstante, si esto ocurre en la provincia de Buenos Aires, pareciera que pasa en el dominio de la barbarie: para algunos sectores, todo luce mal en la Provincia. Pero el mundo académico coincide en que repetir no te garantiza que vas a aprender más. Es injusto repetir cuando un alumno cursó diez materias, aprobó siete y reprobó tres. No tiene ningún sentido.
Sin repitencia y con un modelo universitario
En lugar de que el alumno repita, vamos a ayudar a los alumnos para que trabajen. También habrá períodos de intensificación y de articulación entre la escuela primaria y la secundaria, junto con un último año atravesado por pasantías en instituciones públicas y pymes. Volveremos a la nota numérica y los dos cuatrimestres. Pero esto no significa que sea más fácil.
Se aplicarán cuatro modelos. Aquellos que tienen más de cuatro materias tendrán que cursarlas a contra turno. El 75 por ciento de las escuelas podrán hacer cursadas a contra turno ya que, hoy, la repitencia solamente se da en torno al diez por ciento de los estudiantes.
Además, no será lo mismo reprobar una materia con seis que con dos; tampoco deber cuatro materias que ocho. En algún momento, ese equipo de definición de las trayectorias se reunirá con el estudiante y sus padres para encontrar la mejor solución posible.
En el caso de los alumnos de último año, quienes tengan materias desaprobadas deberán pasar por etapas de intensificación para que estudien acompañados de adultos. Hay muchos chicos que terminan de cursar y no se reciben, por eso nosotros queremos que terminen sus estudios y los vamos a apoyar para que eso ocurra.
*Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.