De la virtualidad a la calle: las ideas de las redes y su impacto en la educación pública
El psicólogo Giancarlo Quadrizzi compartió en Radio Universidad su pensamiento acerca del paso de las ideas en redes hacia una marcha multitudinaria por la educación pública.
Por Giancarlo Quadrizzi*
En las realidades definidas en forma virtual, uno puede decir una cosa o la otra, dos opiniones disímiles donde la construcción de la razón, hasta ahora, se pone en duda. Entonces, aparecen otras formas de construir la realidad que funcionan hasta que dejan de hacerlo y se convierten en una realidad concreta.
Lo que tiene esa realidad concreta es que no se puede reducir en pocas palabras que la definan. Esto hace que uno pueda comer o educarse y tener una visión de futuro sobre quién es. La marcha del martes 23 de abril logró marcar que quienes se manifestaron no pertenecen a una minoría confundida que no sabe interpretar la realidad.
La lógica de la institución es demostrar que se pueden cambiar las cosas en comunidad. Actualmente, estamos en un momento de destitución de los derechos, es decir, la idea de eliminar los derechos ya establecidos.
Realidad virtual y concreta: la educación pública en el ADN argentino
El aspecto simbólico de todo esto ordena la forma en la que vemos las cosas. De acuerdo a la posición simbólica, veremos algunas realidades o imágenes, o directamente no las veremos. Simbólicamente, la educación está en el ADN argentino. En este país, la educación universitaria es accesible a distintos estratos sociales, algo que no pasa en otros lugares de Latinoamérica.
En este caso, haberse corrido y puesto en riesgo la posibilidad de que cualquier sector social acceda a ella resulta, como mínimo, peligroso. La universidad pública no beneficia solamente al estudiante, sino, por ejemplo, a un barrio cuyo miembro de esa comunidad se recibió de trabajador social. Esto implica que, en lugar de que llegue alguien de afuera a adaptarse a esa realidad, ese joven profesional tendrá la posibilidad de transformar su propio barrio.
Por eso, una de las características de la institución es que no se puede construir individualmente. De ahí proviene la idea de colectivo, de pueblo como sujeto de enunciación. La educación es la mejor inversión que uno puede hacer, ya sea una persona o una sociedad.
Cuando uno dice que la educación es un gasto se fuerza la realidad. Se intenta transformar una Nación Estado en una empresa. Estos son los imaginarios que a nivel redes pueden funcionar, pero a nivel realidad concreta y cotidiana terminan haciendo ruido y estallando con la gente en las calles.
Debemos volver a pensar el modo de construir estas realidades virtuales tan fluidas, que se instituyan y nos vuelvan a dar la confianza de lo que es hoy el punto de partida. Así, mañana, ese mismo punto de partida podrá ser superado una y otra vez por el camino que logremos construir. Lo más importante es que ese camino no pueda ser destruido por cualquier vándalo que confunda la realidad virtual con la realidad concreta de las personas.
*Lic. en Psicología