Convocatorias públicas: el proceso de adopción y la búsqueda de familias
En diálogo con Radio Universidad, Marilina Cristó, secretaria de la Asesoría de Incapaces N° 3 de La Matanza, analizó el proceso de adopción y la conformación de familias.
Por Marilina Cristó*
En la Asesoría de Incapaces, que es parte integrante del Poder Judicial, representamos a niños y adolescentes hasta los 18 años que se encuentren en una situación de vulnerabilidad, sean sujetos de algún proceso judicial o requieran de la intervención del Ministerio Pupilar para lograr satisfacer sus derechos.
Esto no tiene que ver con alguna discapacidad, sino con la incapacidad, en términos jurídicos, de ejercer sus derechos por sí mismos. Por su condición de niño o adolescente, en muchas ocasiones eso ya los coloca en situación de vulnerabilidad. Por eso, desde hace un tiempo se toma a los niños como sujetos de derecho.
A la hora de las adopciones y las convocatorias públicas de familias, el rol de nuestra Asesoría es principal, porque somos quienes acompañamos a los chicos en conjunto con los padres. El asesor de incapaces siempre deberá asegurar que ese interés superior sea tenido en cuenta y que las decisiones judiciales sean con miras a satisfacer ese interés.
En el caso de la adopción, es un instituto jurídico que tiende a garantizar y devolverle a ese niño el derecho a vivir en una familia. Previamente, se llega a una instancia en que el niño es colocado en situación de adoptabilidad, con una medida de abrigo que se toma es separado de su familia de origen por distintas circunstancias.
Cuando se llega a la instancia de tener un niño o adolescente en situación de adoptabilidad, nos encontramos en la búsqueda de familias. Para eso, hay un registro central de aspirantes a guardas con fines de adopción al que las personas pueden acceder, completando previamente un formulario.
La disponibilidad adoptiva
A la hora de adoptar, el problema que tenemos es que no hay familias disponibles para niños de más de doce o trece años. La disponibilidad adoptiva es para niños muy pequeños, entonces en los listados de la gente que tiene interés de adoptar, no aparecen adoptantes con esa disponibilidad.
Lo propio ocurre con grupos de hermanos o chicos con algún problema de salud, ya que la disponibilidad de las familias para adoptar tiene que ver con el deseo de formar una familia. Aquí debemos centrarnos en el niño como sujeto de derecho, y el Instituto de Adopción debe garantizarle el acceso a una familia con todo lo que ello implica.
Hay que tener en cuenta que cada niño tiene su historia familiar. Todos vienen de transitar historias tristes, de abandono, de violencia o han quedado huérfanos porque han perdido a sus padres y no tienen familia ampliada. Ya vienen con una carga importante o tienen algún inconveniente de salud, y no todas las familias están disponibles para transitar eso. Por eso no debemos centrarnos en lo que yo como adulto necesito, sino enfocarnos en lo que el chico necesita.
Las convocatorias públicas son para cualquier persona; no es necesario anotarse en el Registro de Adoptantes ni que cumpla con todos los requisitos de aspirantes a guarda. Simplemente se contactan a los teléfonos que se indican en la convocatoria que vaya de acuerdo a lo que al chico le interese y ahí empiezan las evaluaciones de los equipos técnicos del juzgado.
Esto no se trata solamente de tener disponibilidad material, también se debe tener amplia disponibilidad afectiva en todo sentido. Para nosotros es importante que se difunda, que la gente se anime, pregunte y se informe. Para ello pueden ingresar a la página web de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia.
*Secretaria de la Asesoría de Incapaces N° 3 de La Matanza