Ojos bien cerrados: escaneo del iris como moneda de cambio
Los fundadores de Tools For Humanity, Alex Blania y Sam Altman, dieron a conocer en una presentación en San Francisco, California, que Argentina es el país que más escaneos oculares tiene realizados en el mundo. ¿Está la identidad de la población en riesgo por la captación de datos biométricos?
La empresa Tools for Humanity, la firma detrás de Worldcoin fundada por Alex Blania y Sam Altman, se hizo famosa por implementar puntos de recolección denominados “orbes” que se encargan de examinar el ojo humano a cambio de criptomonedas. Dicho escaneo es un proceso destinado a la validación de la humanidad para contrarrestar fraudes impulsados por la Inteligencia Artificial (IA). Recientemente, desde la compañía informaron que Argentina lidera el ranking de escaneos. Una práctica popular y ¿riesgosa?
Escaneo e identidad en riesgo
En diálogo con El1, el experto en seguridad Luis Vicat explicó que “la ventaja de la lectura del iris radica en su condición de falso positivo en contraste con la huella dactilar, dado que se trata de una región que al estar blindada por la córnea es única e inalterable”. Se trata de una práctica polémica por sus métodos, como el intercambio de escaneo por criptomonedas.
Al respecto, Vicat explicó que la gente no recibe ningún pago al entregar su biometría, "sino más bien una compensación devenida en cripto". Lo que esto hace es "robustecer el posicionamiento de la insignia de la compañía en el mercado”, precisó.
"La córnea es única e inalterable".
Desde una perspectiva numérica, Argentina lidera en cantidad de escaneos oculares con una cifra cercana a los dos millones y medio. Esto significa que una de cada tres personas registradas en el globo son compatriotas. ¿Qué puede motivar al ciudadano de a pie a pararse frente a un orbe para fotografiarse su iris?
“El sistema no admite repreguntas acerca del almacenamiento de sus datos”.
“Las posibilidades son bastantes”, analizó Vicat al respecto y alertó: “Las necesidades económicas de la población y la ilusión por el dinero fácil hacen que la gente se rinda a un sistema muy bien montado, con puestos móviles que invaden las calles y shoppings de provincias como Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, entre otras, pero que no admite repreguntas acerca del almacenamiento de sus datos”.
Los Estados fruncen el ceño
La respuesta más fuerte contra el escaneo del iris por parte de un gobierno se produjo en Kenia. Allí, el año pasado, autoridades locales ordenaron allanar las oficinas de los laboratorios OpenAI. El propósito fue detener el engranaje de registro de usuarios y así poder preservar la seguridad de los keniatas.
Por otro lado, España decidió suspender de urgencia las actividades de Worldcoin mediante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Fue ante la falta de información precisa sobre cómo utilizan los datos de las personas. Mientras que Colombia, desde la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), optó por presentar cargos contra la empresa por tratarse de un procedimiento que podría favorecer la suplantación de identidad.
“Quien está detrás de toda esta maquinaria es ni más ni menos que Elon Musk, el magnate que fue socio de Altman y que se hizo con el monopolio de la información, el tecnocontrol de la sociedad y el posicionamiento de la moneda digital”, deslizó el también procurador y abogado.
“Quien está detrás de toda esta maquinaria es ni más ni menos que Elon Musk”
Por último, Vicat enfatizó que en el caso de Argentina, en el marco de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, “la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) hizo un relevamiento en agosto de 2023 para analizar las denuncias recibidas sobre posibles vulneraciones por obtención de datos biométricos a través del escaneo del iris a cambio de una compensación económica en criptomonedas” y cerró: “Todavía estamos a la espera de una respuesta”.
En definitiva, quedará a criterio personal del usuario si es bueno o malo poner el iris a disposición del orbe. Ya sea por un fin altruista y filantrópico, adjudicado por la denominada “World” a evitar que, en un futuro no muy lejano, los bots se hagan pasar por personas, o por el peligro existente ante la incertidumbre del inexplorado destino de los datos.
Por SANTIAGO MARANI, en el marco del Taller de Gráfica VI de la carrera de Comunicación Social de la UNLaM.