“Moda circular”, una práctica que incentiva la reutilización de la ropa
El Ropavejero es una feria americana que vende prendas usadas de marcas reconocidas para que tengan mayor durabilidad en el tiempo.
La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Para cuidar el medioambiente, y ahorrar dinero, son muchas las personas que optan por hacer sus compras de indumentaria en ferias americanas: poco a poco, se están convirtiendo en una alternativa más accesible y única que, al mismo tiempo, disminuye el grado de impacto ambiental.
Este es el caso de El Ropavejero, una feria americana de la localidad moronense de Castelar que vende ropa usada de marcas reconocidas en buen estado, que aun tienen vida útil. Este espacio aplica el concepto de “moda circular”, es decir, deshacerse de las prendas que uno ya no quiera usar con el fin de reciclar, reutilizar y hacer que tengan una mayor durabilidad en el tiempo.
“En la actualidad, muchos eligen comprar ropa usada, ya sea por una cuestión económica, porque se accede a ella por un menor costo o por la convicción de que las prendas se mantengan activas mientras tengan vida útil”, destacó Sofía Fiecconi, propietaria de El Ropavejero, en comunicación con UNLaM TV, y agregó: “Es una chance más para la ropa que sigue estando impecable y que a uno no le interesa más, pero a otra persona le puede parecer fabulosa. Entonces, se reinserta en el ciclo de consumo”.
Con respecto a los precios, Fiecconi aseguró que las prendas usadas representan, en promedio, “un tercio de lo que podría costar las prendas nuevas” y, de esta manera, la moda circular “ofrece la posibilidad de comprar ropa que quizás de otra manera sería muy difícil”. “Se va eligiendo más no solo por los costos. Por más que una persona tenga la posibilidad económica de acceder a prendas nuevas de marca, decide no hacerlo por el gasto que implica”, comentó.
Al referirse a las ventajas de la moda circular, Fiecconi destacó la contribución positiva con el cuidado del medio ambiente y los beneficios de acceder a prendas únicas: “Hay mucha ropa contemporánea que no se ve en otros lados y que la gente elige para no vestirse igual que los demás. También, uno puede encontrar prendas de temporadas pasadas que ya no están a la venta”.
Para concluir, aseguró que el miedo a las ferias americanas tiene que dejarse a un lado: “Suele dar bastante timidez al inicio, como un prejuicio, pero cuando la gente se va animando y se acerca, se da cuenta de que puede realizar hallazgos. Con el tiempo, algunas personas empiezan a traer sus ropas y genera un círculo donde uno muestra sus prendas y, si alguien se llevó algo, tiene dinero para cobrar que sirve para comprarse otra cosa”.