Julio Cao, el héroe de Malvinas matancero que se alistó voluntariamente para defender la soberanía nacional

A los 21 años, el docente de la Escuela N° 32 de Gregorio de Laferrere dejó todo para defender a la Patria y murió en combate el 10 de junio en Puerto Argentino. El recuerdo de los excombatientes de guerra matanceros, a 43 años de la gesta de Malvinas.

A diferencia de otros eombatientes en Malvinas, Julio Cao no había sido convocado para defender las Islas en 1982. En aquel entonces, a los 21 años, se desempeñaba como docente en la Escuela N° 32 de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza. Estaba casado y esperando su primera hija, Julia María. Sin embargo, no dudó en ir a defender la Patria.

Luego de haber cumplido el servicio militar en el Regimiento de Infantería Motorizada III General Belgrano de La Tablada, decidió alistarse voluntariamente para luchar en Puerto Argentino. Y allí es donde dio su vida por la soberanía argentina sobre las Islas el 10 de junio, sin poder conocer a su hija, que nació el 28 de agosto de ese año.

“Para nosotros, Julio Cao fue un verdadero héroe de Malvinas”, expresó Claudio Iglesias, presidente del Centro de Veteranos de Guerra de La Matanza, en diálogo con El1. “A diferencia de muchos de nosotros, que estábamos ahí por la colimba, Julio era docente y dejó todo para defender a la Patria”, continuó.

Julio Cao: matancero, maestro y héroe

Cao murió en combate pocas horas antes del cese del fuego. Se convirtió en uno de los 25 soldados caídos oriundos de La Matanza y su cuerpo estuvo en Malvinas por 37 años. “Matancero, maestro y héroe. A su corta edad, midió la situación que tenía delante. Yo en ese momento no vi que estaba siendo parte de la Historia, pero Julio, sí”, recordó Daniel Staffolarini, texcombatiente matancero.

Por su parte, Raúl Rubén Rodríguez, secretario del Centro de Veteranos local, consideró que, debido a las circunstancias históricas de la gesta de Malvinas y a las propias de Cao, el héroe matancero “se convirtió en un emblema de muchas causas”. “Quienes visiten nuestro museo van a poder interiorizarse de su historia”, destacó.

Delmira Cao, "la madre" de todos los veteranos de Malvinas

Luego de la muerte de su hijo, Delmira Cao dedicó su vida a mantener vivo el legado de su hijo, al igual que a acompañar y luchar por la Causa Malvinas. Con este objetivo, fue una de las fundadoras de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Para los excombatientes, pasó a ser conocida como “la madre” de todos ellos.

“Era una persona extraordinaria, una gran luchadora hasta el final de su vida que compartió muchas cosas con nosotros”, enfatizó Iglesias. “Gracias a ella tenemos la placa de Julio en nuestro Museo, donada para que sea custodiada y resguardada por quienes estuvieron cerca de él. Yo siempre digo que su hijo dio la vida por Malvinas y ella, la suya en la posguerra para acompañar nuestra causa”, compartió.

Símbolo del soldado argentino

Incluso desde las Islas, el vínculo de Cao con sus alumnos de la Escuela N° 32 siguió afianzado gracias a las cartas que les enviaba. “No hemos tenido tiempo para despedirnos y eso me ha tenido preocupado muchas noches aquí en Malvinas, donde me encuentro cumpliendo mi labor de soldado: defender la Bandera”, escribió Cao a sus alumnos de 3° D.

“Espero que ustedes no se preocupen mucho por mí, porque muy pronto vamos a estar juntos nuevamente, vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso Cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos que, como ustedes saben, queda muy cerca de las Malvinas”, continuó.

“Quiero que se pongan muy contentos porque su maestro es un soldado que los quiere y los extraña. Ahora solo le pido a Dios volver pronto con ustedes. Muchos cariños de su maestro, que nunca se olvida de ustedes. Afectuosamente, Julio”, termina una de las cartas enviadas.

Para mantener viva su memoria, la Escuela N° 32, su segunda casa, fue nombrada “Julio Rubén Cao”. Además, tanto sus placas como las cartas enviadas a sus estudiantes de Gregorio de Laferrere se encuentran exhibidas en el Centro de Veteranos de La Matanza, ubicado en la localidad de Ramos Mejía.