Jóvenes y ludopatía: una preocupación creciente

El fácil acceso a internet y a las casas de apuestas alerta a especialistas y adultos sobre este consumo problemático en jóvenes y adolescentes.

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El aumento de casas de apuestas online es notorio. El fenómeno, prometedor de grandes fortunas y suerte infinita, alcanza cada vez más los espacios más visibles de los jóvenes: partidos de fútbol, influencers, redes sociales... todos son auspiciados, en alguna instancia, por estas megacompañías.

La preocupación por el alto alcance de estas empresas crece en torno a la salud mental de todos aquellos que desconocen los riesgos o límites del juego potencialmente peligroso y que pueden acceder a una apuesta por medio de un click. Principalmente, los jóvenes.

Eugenio Spagnoli, médico psiquiatra infantojuvenil, alertó sobre estas prácticas, incluso, en adolescentes que se encuentran en edad escolar. “Problemas de sueño, en la salud física y mental, en el rendimiento académico y en particular, la necesidad de usar cada vez más tiempo el celular, la computadora o cualquier dispositivo que facilite la posibilidad de jugar, así como la irritación cuando el adulto quiere quitarles el acceso, son temas a los cuales los padres deben estar atentos”, alertó en diálogo con El1.

Del juego saludable al juego perjudicial

Existen varios tipos de juegos, pero hay una gran diferencia entre el juego “normal” y el “patológico”. El primero se acerca a lo lúdico, a lo social o a lo profesional, como podría ser el ajedrez. El segundo se trata de un juego compulsivo, repetitivo, con características como la tolerancia y requerimiento de jugar importantes apuestas de dinero, problemas familiares, sociales, laborales y hasta académicos.

En la ludopatía, la persona tiene dificultades para reconocerse implicada en la problemática del juego. Mentiras a familiares y complicaciones económicas son algunas de las consecuencias de índole social que esta enfermedad trae aparejadas. A nivel psicológico, se pueden encontrar trastornos de ansiedad, cuadros depresivos, trastornos por déficit de atención con hiperactividad y el consumo de sustancias peligrosas como el alcohol, “asociada fuertemente al trastorno por juego”.

“El advenimiento de nuevas tecnologías, que representaron un avance en muchas cuestiones, también facilitó que la gente, desde su hogar o su dormitorio pueda jugar y apostar, incluso desde el anonimato. Antes, el individuo debía trasladarse a un casino o a un bingo, cuando ahora, desde su propia casa, tiene acceso a cualquier pantalla”, destacó Spagnoli, psiquiatra del Hospital del Niño de San Justo.

Apuestas online y ludopatía en jóvenes: ¿cuál es la solución?

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De acuerdo con Spagnoli, la resolución del conflicto requiere un arduo trabajo de iniciativas a nivel estatal, de salud pública y escolar. “Una de ellas es reforzar el sistema de salud mental, sobre todo el público y, en especial, el pediátrico. Por otro lado, también se debe tratar la prevención para detectar estos casos lo más tempranamente posible, lo que garantizaría una mejor evolución en los tratamientos y la prevención de recaídas”, determinó.

Y especificó: “Dentro de las campañas de prevención, es fundamental organizar charlas en escuelas, sistemas públicos de salud, campañas de concienciación a nivel comunitario, prevención en ámbito laboral y, en lo que atañe específicamente al equipo de salud, incorporar en el historial clínico el registro de cuántas horas los chicos utilizan internet”.