“Fue el peor desenlace”, lamentó la familia de Javier Krysko, el motociclista atropellado por un hombre que se defendió de un robo

El vecino de 55 años murió luego de ser embestido por una camioneta manejada por un hombre que persiguió y mató a un "motochorro". "Pedimos justicia por Javier", el reclamo de la familia.

La tarde del miércoles 6 de marzo, Javier Krysko, vecino de Lomas del Mirador de 55 años, había terminado su jornada laboral y salió a la calle para hacer las compras de la cena. De repente, quedó envuelto en un hecho delictivo que le cobró la vida.

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A pocas cuadras de distancia, dos delincuentes asaltaron al dueño de una pañalera situada en Lisandro de Latorre 552 y, acto seguido, se dieron a la fuga. No obstante, el yerno de la víctima, Abel Leite, decidió hacer "justicia por mano propia" y persiguió a bordo de su camioneta Volkswagen Amarok a ambos individuos.

En la intersección de Carlos Tejedor y O’Gorman, el hombre alcanzó a uno de los malhechores que, al verse acorralado, abordó a Krysko. “Le dijo ‘Sacame de acá’”, indicó Marisa Krysko, hermana de Javier, en comunicación con El1. “Luego de subirse a la moto, comienzan a cruzar la calle pero el hombre de la camioneta acelera y se los lleva puestos a ambos”, agregó.

Producto del impacto, el asaltante falleció. En tanto, Krysko sufrió politraumatismos y una fractura, por lo que fue trasladado al Hospital Balestrini, en Ciudad Evita. “Estuvo menos de una semana internado, en estado grave. Nunca presentó una mejoría. Pedimos justicia por mi hermano”, lamentó su hermana.

"Él no tenía nada que ver con los delincuentes"

Javier Krysko era pintor y padre de cuatro hijos. “Él no tenía nada que ver con los delincuentes. Fue el peor desenlace que jamás esperamos”, expresó Marisa.

Originalmente, el fiscal Adrián Arribas, de la UFI Temática Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, consideró que Abel Leite, de 30 años, se defendió legítimamente y no fue imputado. Así, caratuló el caso como “Robo agravado por el uso de arma de fuego; encubrimiento; robo agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa; homicidio y lesiones”.

“El conductor de la camioneta es del barrio y vecinos de la zona nos informaron que lo han visto. Si bien mudaron la pañalera, siguen viviendo en el barrio. Pero, con la muerte de Javier, tengo entendido que la causa daría un vuelco. No solo lo chocó: lo pasó por encima”, denunció Marisa. Y agregó: “Mi cuñada y mi sobrina fueron a la fiscalía para pedir avances en la causa y allí ni siquiera tenían registrado el hombre de Javier. Nos parece extraño”, aseguró.