Escuela Lucina Álvarez: realizaron un acto de reparación de legajo de la docente desaparecida en dictadura

La educadora, poeta y escritora fue víctima del terrorismo de estado en 1976. “Es un hecho histórico”, celebró Roxana Ayala, vicedirectora de la Escuela N° 1 “Lucina Álvarez” de Ramos Mejía.

En el marco de la última dictadura cívico militar, la docente, poeta y escritora Lucina Álvarez fue detenida y desaparecida en 1976. En ese entonces, se desempeñaba en la Escuela de Educación Estética N° 1, de Ramos Mejía, donde este viernes se realizó un acto de reparación del legajo administrativo de la educadora.

Con la presencia de autoridades institucionales, provinciales y la comunidad educativa de la escuela, situada en la calle Sargento Cabral 31, se exigió, una vez más, memoria, verdad y justicia por Álvarez y la reivindicación de su labor docente. Pablo Urquiza, subsecretario de Educación bonaerense, denunció el intento de “borrar la historia educativa”.

“Son tiempos duros, difíciles y oscuros, donde la mentira está muy presente en el discurso público y las escuelas tienen que poner palabras de verdad. Y la verdad es que Lucina no abandonó el cargo: la asesinó la dictadura militar”, manifestó. “Allí donde la mentira socava permanentemente, hay una tarea muy fuerte que tiene que hacer la escuela por reponer criterios de verdad”, agregó.

La reparación del legajo de Lucina Álvarez, un hecho histórico

En diálogo con El1, Roxana Ayala, vicedirectora de la Escuela “Lucina Álvarez”, consideró que el acto de reparación de legajo “es un hecho histórico”. “Fue una decisión política de la Dirección General de Cultura y Educación. El acto significa mucho para nosotros: movilizó a toda la comunidad educativa y estamos muy agradecidos”, destacó.

Según Ayala, Lucina Álvarez estaba a cargo del taller de literatura de niños y adolescentes al momento de su desaparición. “Desde nuestro archivo histórico, hicimos un trabajo de recuperar la memoria y reconstruimos el legajo, que ahora está firmado por el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni”, indicó.

Por su parte, Daniela Sposato, titular de Suteba La Matanza, hizo énfasis en el trabajo de “memoria profunda” impulsado por los docentes de la institución ramense. “La reparación del legajo significa un pequeño acto de justicia y un gran acto pedagógico. En su legajo figuraba abandono de cargo, pero ella fue detenida, desaparecida y asesinada por la dictadura”, ratificó.

El recuerdo de su hijo

De la jornada también participaron Leandro Barros, hijo de Lucina, junto a su pareja Carla Puig. “Me emociona mucho haber completado el legajo de mi madre, parte de la existencia que me fue arrebatada. Agradezco el reconocimiento hacia ella, espero que sea por y para siempre”, compartió.