Escuela de Boxeo Lucas Guzmán: el proyecto deportivo de una familia víctima de Cromañón

El espacio fue fundado por José Guzmán, padre de Lucas, en homenaje al joven de 18 años oriundo de González Catán y una de las 194 víctimas del incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004.

El 30 de diciembre de 2004, la negligencia y la corrupción les arrebataron la vida a 194 personas en el marco del incendio conocido como “Tragedia de Cromañón”. Lucas Guzmán, de 18 años y oriundo de González Catán, fue una de las víctimas. No obstante, su familia mantiene su memoria viva a través de un proyecto deportivo dirigido a grandes y chicos.

En 2006, dos años después de la masacre, José Guzmán fundó la Escuela de Boxeo Lucas Guzmán, que actualmente funciona en el Centro Cultural y Deportivo Galpón N° 3, ubicado en la calle José María Moreno 516. El espacio, que ofrece boxeo tanto recreativo como competitivo, lo lleva adelante íntegramente la familia de Lucas.

“La escuela nació hace 18 años, con el objetivo de recordar a mi hijo. El boxeo es algo que siempre nos gustó, incluso yo fui boxeador y luego hice el curso de director técnico. La desaparición física de Lucas me llevó a recordarlo a través del ‘arte de los puños’”, destacó Guzmán en una nota con El1.

El fin del espacio es claro: recordar quién era Lucas: apenas el 22 de diciembre de 2004 había cumplido la mayoría de edad, celebrada en González Catán con su familia, amigos y vecinos. Según Guzmán, la falta de atención psicológica hacia los familiares de las víctimas de Cromañón impulsó otras alternativas para intentar sanar las heridas.

“Yo, prácticamente, no tuve atención psicológica, pero ese lugar lo ocupó el boxeo. Este ring me lo regalaron mis hijos para un cumpleaños y desde ese entonces empezamos con la escuela. A 20 años de la masacre, seguimos pedaleando hacia adelante, brindando espacios sanos para formar buenos deportistas”, manifestó.

El recuerdo de Lucas Guzmán

La Escuela comenzó con un alumno en 2006 y continuó con un crecimiento sostenido. Si bien las clases son pagas, la familia Guzmán ofrece alternativas para que todos los jóvenes del barrio, principalmente los más vulnerables, puedan asistir al espacio. “Hay muchos chicos carenciados, pero los ayudamos de la manera que podemos porque formamos una segunda familia para ellos. Acá encuentran un calor humano. No lo tenemos a Lucas, pero nuestros alumnos comparten con nosotros”, señaló Mariana Guzmán, hermana de Lucas.

Es así como la familia, que aún lamenta una pérdida irrecuperable, comenzó a fortalecerse a través del deporte. “Fue una reparación mental. A pesar de la pérdida de mi hijo, nos enriquecimos a través de nuestros alumnos. La escuela es una tranquilidad y un crecimiento mental para no deprimirnos. Fue un acierto continuar por este lado”, agregó José.

El espacio funciona los martes y jueves de 17 a 20. No obstante, la familia Guzmán también brinda clases en su casa. “Es extraordinario cómo los chicos se desenvuelven. Vienen con una sonrisa, la misma que Lucas me transmitía todos los días en casa”, celebró. Uno de los tantos alumnos es Joel, nieto de José, quien practica boxeo cada semana.

Una herida abierta

Hugo Osores y Carlos Iglesias, miembros del Centro Cultural y Deportivo Galpón N° 3, consideraron que la Escuela de Boxeo “simboliza la pelea por la justicia”. “Nos solidarizamos con la lucha de la familia Guzmán para que termine la impunidad. Se cumplen 20 años de una historia que se viene repitiendo sistemáticamente en nuestro país. De impunidad, corrupción institucional y una sociedad que no termina de madurar”, consideraron.