El Taller San Francisco de Asís celebra 30 años de inclusión, equidad y salida laboral

Son 60 las personas que asisten a la institución con el fin de desempeñarse en alguna de las actividades ofrecidas e insertarse laboralmente. A pesar de las adversidades, el Taller Protegido San Francisco de Asís continúa con su tarea de integrar social, económica y laboralmente a las personas con discapacidad intelectual.

Inclusión, equidad y salida laboral. Estos son los ejes que promueve el Taller Protegido San Francisco de Asís, que celebra sus 30 años de servicio en la localidad de Isidro Casanova. Desde 1994, busca integrar social, económica y laboralmente a las personas con discapacidad intelectual mediante la generación de trabajo legítimo.

En su sede situada sobre la calle Pekín, ofrecen diversos talleres, entre ellos: panadería, cocina, serigrafía, costura, sublimación y servicio de catering. Actualmente, 60 personas, entre jóvenes y adultos, asisten al espacio con el fin de desempeñarse en alguna de dichas actividades e insertarse laboralmente.

En cada uno de estos talleres, el equipo directivo coordina para que los engranajes del espacio continúen su funcionamiento. “La idea es celebrar 30 años para una institución en La Matanza que nos llena de orgullo”, destacó Silvia Martínez, directora del Taller Protegido San Francisco de Asís, en diálogo con El1.

En los últimos años, la institución resistió todo tipo de adversidades, ya sean económicas, pérdidas de compañeros, la pandemia por el Covid-19 y, recientemente, hechos delictivos. No obstante, siguen de pie. “Para nosotros y para cada uno de los 56 trabajadores nos llena de orgullo y de mucha esperanza”, manifestó.

Campaña de Navidad: el próximo proyecto del Taller Protegido San Francisco de Asís

Con el advenimiento de la época navideña, los trabajadores del taller, y especialmente quienes se desempeñan en el taller de panadería, se encuentran en plena preparación de su propuesta dulce para estas fiestas. Según Martínez, la iniciativa de este año tiene un “triple impacto”.

“Lanzamos unas bolsas biodegradables donadas por una empresa de la provincia de San Luis. Fueron limpiadas una por una y serán convertidas en bolsas navideñas con pan dulce, budín, galletitas y confites. Tienen un fin social porque colaboran con nuestra economía y la difusión de nuestro trabajo. Además, ambiental ya que colaboramos con la ecología, y económico para la empresa que nos dona las bolsas”, explicó.

De esta propuesta también participaron alumnos de la Universidad Nacional de la Matanza, específicamente de los departamentos de Salud y Ciencias Económicas. “Estudiantes de Nutrición nos ayudaron a elaborar propuestas proteicas para las bolsas”, destacó.

A partir de la próxima semana, los interesados van a poder reservar sus bolsas a través del siguiente número: 1154862333.