Educación ambiental en escuelas: el INTA sigue las capacitaciones con ProHuerta
“Trabajamos muy fuerte con escuelas públicas para acercar a los docentes y alumnos al mundo natural, del que a veces estamos tan alejados”, destacó Gonzalo Pares, ingeniero agrónomo del INTA AMBA.
Desde 1990, y a través del Programa ProHuerta que promueve la seguridad y soberanía alimentarias mediante el apoyo a la producción agroecológica y el acceso a productos saludables, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) brinda capacitaciones en escuelas de todo el país.
En la zona Oeste del Conurbano bonaerense, los encuentros se realizan en La Matanza, Morón y José C. Paz, los municipios que cuentan con el aval educativo para que los docentes se capaciten sobre estas temáticas en horarios laborales. En comunicación con Radio Universidad, Gonzalo Pares, ingeniero agrónomo del INTA AMBA, destacó la aplicación del proyecto.
“Históricamente, trabajamos muy fuerte con las escuelas públicas para acercar a los docentes y los alumnos al mundo natural, del que a veces estamos tan alejados. Ofrecemos cursos una vez por mes durante todo el año. Solemos empezar en abril y finalizamos en noviembre con un encuentro multitudinario para exponer el trabajo de las escuelas”, explicó.
A través de las capacitaciones, los integrantes del INTA buscan inculcar que el trabajo en la huerta puede producir alimentos sanos, con técnicas sencillas y a un bajo costo. “Sabemos que, en estos momentos, la cuestión alimentaria no está fácil. El aporte que puede hacer una huerta es muy importante”, agregó Pares.
La educación ambiental y la soberanía alimentaria
El armado de una huerta agroecológica, el cuidado del suelo, el compostado y la transformación de residuos en abono son las principales aristas abordadas. “Hay que tener en cuenta que casi la mitad de la basura que tira la gente es orgánica y puede convertirse en compost o abono”, indicó Pares.
El Programa ProHuerta se lleva adelante con alumnos de todos los niveles, incluso en educación inicial, instituciones de educación especial y para adultos. “Hoy, la huerta es una vuelta de rosca a aquella famosa experiencia de germinación de semillas que, seguramente, todos hemos hecho. Se trata de un proceso largo que incluye la siembra y la cosecha”, consideró.
Por último, celebró que el Programa brinda la posibilidad de crear contenido desde distintas áreas, y no solo desde las ciencias naturales. “Es una magnífica herramienta pedagógica para el trabajo del docente”, aseguró Pares.