Delmira Cao: “Las Malvinas tienen que ser recuperadas por medio de la paz”
La madre del soldado matancero caído en Malvinas, Julio Cao, viajó junto a su nieta al archipiélago para rendirle homenaje en el Cementerio Darwin donde yacen sus restos. A su regreso, subrayó que las islas deben recuperarse por la vía diplomática.
Familiares de soldados caídos en batalla y ex combatientes de la guerra de Malvinas regresaron a Buenos Aires, tras haber llevado a cabo, el pasado miércoles, un homenaje a los combatientes que fueron inhumados en el Cementerio Darwin, situado en la Isla Soledad. Delmira Cao, madre del docente matancero oriundo de Lomas del Mirador viajó, junto con su nieta, para recordarlo.
“Hace más de 30 años que lucho con la causa Malvinas, pero después de la muerte de dos hijos y mi esposo, me dediqué a acompañar a los hijos que habían vuelto de la guerra, es decir, luché por los que estaban”, indicó Delmira Cao, en diálogo con El1 Digital.
La “Mami”, como la nombran cariñosamente entre los veteranos, aseguró que las tumbas permanecerán en suelo malvinense. “Ellos quedarán allí, porque es su tierra y es nuestro territorio argentino”, expresó, y reflexionó: “Las Malvinas tienen que ser recuperadas por medio de la paz, el entendimiento de los pueblos y de nuestros hermanos Latinoamericanos”.
Además, remarcó que hay 649 argentinos que esperan ser reconocidos por el pueblo argentino. “Es lo que faltó durante mucho tiempo ya que el excombatiente no es el pobrecito, sino un valiente que dio todo por la Patria y eso no hay que olvidarlo nunca”, subrayó.
En cuanto al homenaje, Cao opinó: “Después de tantos años de lucha, esto fue muy emocionante y reconforta el alma maravillosamente”. “La población necesita saber que hay 649 banderas y una de ellas, es la de Julio Rubén Cao, quien representa a todos los docentes de la Argentina, porque además de todos los héroes, él era el único maestro que murió en Malvinas”, resaltó.
La hija del soldado-maestro tuvo la oportunidad de acompañar a su abuela en el viaje alas islas. “Para mi nieta y su madre, fue un momento muy importante ver la tumba del padre con su nombre y hacer el duelo que no habían hecho nunca”, concluyó.