Del frío al calor, del calor al frío: el clima social ante los cambios meteorológicos
Los cambios de temperatura extremos, la variación de climas y la llegada y retirada constante de distintos fenómenos meteorológicos generan una desestabilización no solo en lo estrictamente geográfico y climático, sino también en la percepción social y las conductas diarias.
Un día con mucho calor y un día con mucho frío no se encaran del mismo modo. Emiliano Presta, meteorólogo, afirma que cada sistema meteorológico tiene un por qué, una razón por la cual existe en materia climática y la ayuda al planeta en sí. Cuando uno se rompe o altera, todos los que vienen detrás “empiezan a fallar”. Esto, explicó Presta a El1, repercute “sí o sí” en el día a día de la gente. No necesariamente por pensar en cómo salir de casa y cómo volver cuando las temperaturas varían tanto en tan solo 24 horas, sino que “apunta mucho al malestar social”.
“Si se hace cuesta arriba el día a día en lo económico, independientemente de cada clase social, ¿cuánto más puede afectar el clima? Sobre todo, cuando se tienen estas temperaturas extremas. De la misma forma en que el sistema meteorológico falla en cadena, cuando el clima cambia, también cambia la situación de la gente. Uno no puede dejar de afrontar el día a día, no queda otra”, destacó el especialista.
De un extremo al otro: una helada intensa que pasará a la sequía
En sintonía con los procesos meteorológicos, el especialista del clima anticipó cómo se vivirá en los próximos meses. Con la retirada del fenómeno de El Niño y la llegada de La Niña, la provincia de Buenos Aires, en particular, se encuentra en un estado neutral. Sin embargo, no falta mucho para el paso de una importante sequía en los próximos meses.
El calor extremo demanda, entre otras cosas, mucha energía y agua. Esto repercutirá en complicaciones, como sucede dentro de la cadena de sucesos, que se traducen en un amplio gasto económico personal sobre los servicios y posibles cortes en el suministro de agua y electricidad.
La responsabilidad en la información
Ante todo esto, también entra en juego el rol que toma cada una de las partes a la hora de informar sobre todos los fenómenos climáticos, ya sean alertas de nivel verde, amarillo, violeta o rojo. “Desde nuestro lugar, tratamos de llevar tranquilidad. Y pasa muchas veces, así como sucede con tormentas, que aparecen miedos o ansiedades y pánicos. A veces, los meteorólogos pasamos de ser los que dan el clima, a un acompañante terapéutico que debe brindar calma”, reflexionó Presta.
Y apuntó: “Esto genera ansiedades, temores, miedos... Insisto, y soy crítico en esto: hay gente responsable en cómo da la información. Aunque sea fuerte, o compleja, pero se puede dar una alerta siendo mesurado, explicando bien cómo sucederá y con sus probabilidades. Pero, en materia de dar una noticia, hay algunas que venden más que otras”.
