Crimen de René Mendoza: “A mi viejo lo asesinaron por hacer el bien”, aseguró su hijo

A pesar de su ausencia física, la familia del referente comunitario y líder social busca continuar con la tarea de asistir las necesidades de los vecinos. “Hay momentos en los que no comprendemos cómo lograba todo”, señaló su hijo, René “Coco” Mendoza.

Actualmente, el barrio San Cayetano, de González Catán, cuenta con el comedor comunitario Casa Feliz, escuela, servicio de colectivos y agua, luminarias y algunas de sus calles asfaltadas. Todos estos logros se le atribuyen a un único referente comunitario y líder social asesinado tres años atrás: René Mendoza.

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Fundador de la Junta Vecinal del barrio, dio su vida por el bienestar y la seguridad de los integrantes de la comunidad. Su tarea incansable de brindar una respuesta a las necesidades de los vecinos estuvo presente hasta el 7 de noviembre de 2021, cuando fue acribillado de 14 disparos en la puerta de su casa. “A mi viejo lo asesinaron por hacer el bien”, aseguró su hijo, René “Coco” Mendoza, en diálogo con El1.

A pesar de su ausencia física, la familia Mendoza continúa con su legado en el barrio San Cayetano, una tarea que, vista desde afuera, parecía más sencilla. “A veces nos preguntamos cómo hacía. Él andaba por todas partes y conseguía tantas cosas para el barrio... Hay momentos en los que no comprendemos cómo lograba todo”, admitió “Coco”.

En los últimos tres años, la familia del referente social nota su falta en el barrio, especialmente en los momentos cuando contemplan sus planes inconclusos. “Son muchas cosas las que aún hacen falta, pero nosotros, lastimosamente, no tenemos solución. Tampoco recibimos ayuda de ningún tipo”, indicó.

La tarea de continuar con la labor de René

En este contexto, Gloria, viuda de René, aseguró que, a pesar del paso del tiempo, el crimen se siente “como si hubiera sido ayer”. “Si bien lo recordamos siempre y queremos seguir adelante con sus planes, no podemos hacer tanto como él. Él se movía a todos lados, veía lo que se necesitaba y asistía. Nosotros, a veces, no sabemos cómo ayudar, a quién recurrir… esperamos que René nos ayude a seguir adelante”, lamentó.

Una vida dedicada a la comunidad

Con el asesinato de René, no solo la familia Mendoza quedó huérfana, sino toda una comunidad que recurría a él cuando el día a día se volvía difícil. “Son tres años de extrañarlo. A veces bromeábamos, le preguntábamos quién era su familia, si los vecinos o nosotros. Pero ahora lo entiendo: era una persona que daba todo por ayudar a la gente. Incluso, se podría decir que no le importaba su persona”, recordó su hijo.

Ese era el lema de René, una frase cuyos hijos escuchaban innumerables veces: “Hay que ponerse en el lugar de la otra persona”. “Con toda la necesidad del barrio, y mi papá sin un mango, nunca dudaba en ayudar. De lo poco que cobraba de pensión, iba y donaba a la iglesia. Él siempre decía que el agradecimiento de la gente y la sonrisa de un chico no tienen precio. Se desvivía por todos”, destacó.