Comedores y merenderos matanceros, en alerta: “Es muy triste ver el dolor que siente la gente”

La demanda de los vecinos aumenta, pero esto no impacta en la mercadería. Olga Parraz, referente de cuatro comedores y merenderos de La Matanza, es una de las tantas personas que asiste todos los días las necesidades de la comunidad.

En el marco de una situación económica delicada, los espacios sociales que asisten a una gran cantidad de comunidades son los más golpeados. En La Matanza, los comedores y merenderos presentes en cada localidad alertaron que, mientras aumenta la demanda de los vecinos, disminuye la posibilidad de dar una mano a los que más lo necesitan.

Olga Parraz se convirtió en una de las referentes más conocidas de Virrey del Pino. Actualmente, colabora con cuatro espacios de asistencia: el comedor y merendero Piecitos Mojados, en el km 36; Alas de Libertad, en el km 34; Vecinitos, en el km 35; y el club La Esperanza, en el km 38.

“Estamos al frente de cuatro lugares, tratando de ayudar a todos los vecinos porque la necesidad es mucha, demasiada. Cuando nos solicitan ayuda, no nos podemos negar. Es muy triste ver el dolor que siente la gente”, expresó Parraz en comunicación con Radio Universidad.

Solo en Piecitos Mojados, situado en el barrio La Palangana, asisten más de 300 personas. Allí, al igual que en los demás tres espacios, los referentes reciben mercadería por parte de la Secretaría de Desarrollo Social distrital y de los vecinos que colaboran. Según Parraz, la ayuda por parte de Nación cesó en diciembre del año pasado.

“Nosotros recibimos ayuda para 175 personas, pero estamos duplicados para Piecitos Mojados. Para Vecinitos, solo recibimos ‘copa de leche’, pero trabajamos como comedor por la gran cantidad de gente que nos ayuda. A pesar de todo, gracias a Dios seguimos cocinando y atendiendo debido a la ayuda de la gente”, destacó.

La triste realidad de los comedores y merenderos

Parraz, al igual que muchos referentes de estos espacios de asistencia, recorren a diario todo el Distrito y ven las necesidades de los vecinos en primera persona. Trabajan de lunes a lunes, y no conocen los feriados ni las fiestas.

“Siempre entregamos comida y merienda, y cuando estamos sobrepasados, mercadería. Nadie se va con las manos vacías. Es devastador ver llegar a los padres llenos de vergüenza, porque se quedaron sin trabajo y no pueden darle de comer a sus hijos. En muchas ocasiones, se van a dormir con la panza vacía”, expresó Parraz.

Estos espacios reciben carne, verdura y alimentos secos una vez por semana, de manera limitada y “cada vez menos”. Lo mismo ocurre con las garrafas, que entregan “solo la mitad” y hace más de un mes en Piecitos Mojados compran esta herramienta esencial para la cocina con su propio bolsillo.

“Nos enoja y duele muchísimo ver por la televisión los galpones llenos de mercadería que se pudre, mientras nosotros pedimos por favor que nos envíen algo. Los chicos no saben lo que es un yogur, ni el cereal. Pero afrontamos el día a día, preocupados porque no sabes qué va a pasar mañana”, agregó.

El apoyo estatal y las auditorías del Ministerio de Capital Humano

Desde el Ministerio de Capital Humano se encuentran realizando auditorías sobre comedores y merenderos de todo el país. En este contexto, denunciaron que la mitad de estos espacios “son inexistentes” y criticaron el apoyo brindado por la gestión del Gobierno anterior.

Estas auditorías llegaron a Piecitos Mojados. “Nos pidieron matafuegos, una mesada y muchas mejoras. Vamos a tratar de hacerlo, pero que desde el Gobierno nos envíen la leche, el azúcar y la carne. Acá nadie cobra por lo que hacemos, todos trabajamos de corazón”, manifestó.

Para concluir, Parraz aseguró que la situación actual “es peor” que la vivida durante la pandemia. “En ese entonces, pudimos sobrellevar todo, pero lo que vivimos hoy es realmente triste. Esta es la situación real de los barrios carenciados”, cerró.

Quienes deseen colaborar con Olga Parraz y los espacios sociales que coordina, pueden comunicarse al 11-3294-3586.