Ciudad Evita: nueva edición de la caminata para prevenir las violencias en los barrios

Docentes, alumnos y la comunidad del barrio José Ingenieros participaron de la caminata para reiterar un pedido que inició hace más de diez años con el asesinato del estudiante Daniel Medina: vecindarios seguros para niñeces y juventudes.

El 4 de abril de 2013, Daniel Medina, alumno de quinto año de la E.E.S. N° 58 del barrio José Ingenieros, de Ciudad Evita, fue asesinado en un hecho de violencia. En medio del dolor, la comunidad educativa impulsó una caminata con el fin de recordar a Medina, habitar las calles y visibilizar a los estudiantes cuyas vidas e ilusiones se vieron truncados.

No obstante, con el paso de los años, la iniciativa se convirtió en una jornada de encuentro entre docentes, alumnos y familias de diversas instituciones, al igual que organizaciones de la comunidad. En diálogo con El1, Victoria Roncagliolo, docente de la E.E.S. N° 58, destacó que el espíritu de la actividad es “estar en la calle”.

“Es hablar de Dani, ya que en él están un montón de jóvenes del barrio que mueren por hechos violentos y eso no debe ser así. Los chicos deben tener un futuro muy largo, con un montón de deseos por cumplir, y sus vidas no pueden terminar como la de Dani”, remarcó.

En el marco de esta caminata, que se extiende por dos kilómetros y medio, la comunidad también visibilizó distintas situaciones violentas vinculadas con las condiciones de vida del barrio. “Estamos caminando por una calle que en el medio tiene un pozo y que las cloacas están rebalsadas. Son un montón de situaciones que hacen que los jóvenes no vean bien su futuro. Es por esto que estamos hace más de diez años caminando por el barrio”, agregó.

Caminata y servicios a la comunidad

De la iniciativa también participaron la Secretaría de Salud Pública del Municipio de La Matanza con postas sanitarias y el Hospital Balestrini con atención integral en salud. Asimismo, la Mesa Territorial Ciudad Evita Norte y diversas instituciones se sumaron para ofrecer diversos servicios a la comunidad.

“Supieron entender que este es un trabajo de resistencia que se hace entre todos y en el que no hay que perder la calle contra aquellos que intentan implementar la violencia. Esto se siente mucho más en estos tiempos en los que se intenta imperar la cultura del miedo. Los jóvenes no tienen por qué estar armados, la vida debe ser de otra manera y los chicos tienen que volver a jugar en las calles”, subrayó Roncagliolo.

Por su parte, Elizabeth Basualdo, coordinadora de la Mesa Territorial Ciudad Evita Norte, destacó la participación de los jóvenes de distintos espacios. “Plantearon lemas y mensajes para transmitir lo que quieren de su barrio, como caminar seguros por las calles y contar con espacios verdes”, indicó.