Ciudad Evita: banda armada usurpaba casas vecinales “para ganar territorio y venderlas por redes sociales”

Esta problemática ocurrió en los complejos habitacionales de Villegas y José Ingenieros. “Hace seis meses que estoy sin mi casa, con cinco chicos y una nena con discapacidad. A esta banda, no le importa nada, me tirotearon la casa y por segundos no le dieron a mi nene de doce años”, alarmó una frentista, quienes cuentan con el apoyo y contención de los curas y parroquias barriales y otras organizaciones. Tras allanamientos, hubo diez detenidos.

Parece una escena de película. Ciudad de Dios o un film de ese estilo, pero no lo es. Es la realidad que viven y sufren los vecinos de los complejos habitacionales de Villegas y José Ingenieros, en Ciudad Evita. Hace meses, una banda armada desaloja y usurpa las casas de los vecinos, ocupan los inmuebles para cometer todo tipo de delitos, entre ellos vender las propiedades por redes sociales, y, fundamentalmente, ganar “más metros de territorio”. En las últimas horas, tras 21 allanamientos, la organización fue desbaratada y diez personas fueron detenidas, entre ellas, el líder de la organización, que "craneaba" los golpes desde la cárcel.

Los allanamientos y las detenciones de los "usurpacasas"

Según fuentes policiales y del Ministerio de Seguridad bonaerense, tras tareas de inteligencia y 21 allanamientos, los integrantes de la banda criminal "usurpacasas" fueron detenidos. El líder, alias el "gendarme" de 28 años, manejaba los hilos de la organización desde una unidad carcelaria. El resto de los apresados, ocho hombres y una mujer, todos mayores de edad, fueron arrestados en la zona de Villegas.

Además, les incautaron una pistola 9 milímetros Bersa Thunder Pro; dos revólveres calibre 38; una 22 Bersa; un Volkswagen Fox; un Volkswagen Gol; una Ford Ecosport; un Citroën C4; 850.000 pesos; 19 celulares y dos notebooks y municiones de todo tipo.

"La banda sustraía pertenencias a propietarios y los obligaba a desalojar las moradas, las que posteriormente comercializaban ilegalmente mediante redes sociales, confeccionando documentación apócrifa. Tras ahondar en las tareas, se logró identificar y detener a los integrantes de la organización liderada por un masculino que la comandaba desde unidad carcelaria, los “ejecutores” de las 'entraderas', los encargados de comercializar las fincas y a los falsificadores de la documentación", contó un jefe policial a cargo de las intervenciones.

Los operativos estuvieron a cargo de los agentes de la Policía matancera, en coordinación con el Ministerio de Seguridad provincial y el Ministerio Público Fiscal.

En la causa, interviene el Juzgado de Garantías N° 5, del doctor Gustavo Banco, y la UFI Descentralizada N° 1 del doctor Fernando Garate, ambos pertenecientes al Departamento Judicial de La Matanza.

La lucha vecinal, clave para desbaratar a la banda

Los vecinos se cansaron. Con miedo y desesperación, pero empujados por el deseo de que este flagelo pare de una vez por todas, se unieron para visibilizar y denunciar esta problemática. De hecho, según denunciaron, cerca de “70 casas ya fueron ocupadas”.

En esta lucha apareció un agente clave: los párrocos de la zona de Ciudad Evita y Villegas, junto al equipo de curas de barriadas matanceras. “Los vecinos acudieron a los sacerdotes de la zona de las parroquias San José, San Antonio y sagrado Corazón de Jesús para compartir esta preocupación que están viviendo y pedir ayuda a la iglesia y de esa manera encontrar una solución”, le confesó a El1 el Padre Daniel de Ciudad Evita.

A través de la iglesia los damnificados alcanzaron algunos “logros” en este difícil contexto. La primera, una mayor saturación policial de gendarmes, guardia urbana, caballeriza. En segundo lugar, consiguieron la instalación de una oficina del Ministerio de Seguridad bonaerense adentro del predio de la obra comunitaria de la Parroquia San José. Sin embargo, al momento, solo se hicieron pocas denuncias sobre estos hechos. “Tenemos miedo”, responden los vecinos ante las pocas presentaciones judiciales realizadas.

A su vez, en las diversas reuniones que los lugareños tienen con autoridades de seguridad y eclesiásticas, plantearon diversas propuestas. “Poner una garita policial en el 600; un buzón para denuncias anónimas para entregar a la Justicia; ratificar las denuncias que hicieron en otras fiscalías en la oficina ministerial de la parroquia, pedir una nueva reunión con el secretario del Ministro de Seguridad Bonaerense, entre otras”, enumeraron.

Las bandas armadas y el miedo de los vecinos, en primera persona

Pusieron más luces, cerraron pasillos, colocaron rejas, instalaron alarmas y hasta abandonaron casas, pero no bastó. Las bandas criminales siguieron acechando a los vecinos de Villegas y José Ingenieros. Si bien algunos vecinos pudieron volver a sus viviendas, otros prefirieron ya no hacerlo por temor a las violentas represalias de las bandas armadas.

“Es al que le toca le toca; les gustó tu casa y la toman, vienen de manera violenta y te la sacan. Entran a tu casa y te roban todo, después te golpean y te amenazan con matarte los hijos. Por último, te tirotean la casa y, ahí, ya te tenés que ir y dejarles la casa a ellos”, alarmó un habitante de Ciudad Evita.

En la misma línea y con desesperación, otra vecina contó su traumática experiencia. “Hace seis meses que estoy sin mi casa, con cinco chicos y una nena con discapacidad. A estas bandas no les importa nada, me tirotearon la casa y por segundos no le dieron a mi nene de doce años”, denunció.

La presencia policial y la oficina del Ministerio de Seguridad parece no ser suficiente. “Lo que hacen muchos es dejarles la casa vacía y después ellos la venden o hacen otro negocio oscuro”, denunciaron.

Por último, otro vecino sentenció: “En un sector la gente está viviendo sin muebles, los sacaron porque están esperando que les vengan a sacar la casa. La gente saca los muebles para que no se los roben, entonces si vienen pierden la casa, pero no los muebles”.

El acompañamiento de CaFaVi

La Comisión de Acompañamiento de Familiares de Víctimas (CaFaVi), encabezada por su presidente, Rubén Carballo, también apoya y acompaña a los damnificados. “A través de la oficina de acceso a la justicia y asistencia a la víctima, que depende del Ministerio de Justicia y DD.HH de la Provincia, nos llegó el caso por  una persona a la que habían sacado de su casa junto con sus hijos. Esta persona primero fue golpeada, como no se quiso retirar, al otro día le tirotearon la casa por lo cual se tuvo que ir con sus hijos y hacía un mes que estaba viviendo en la calle”, relató consternado Carballo en una entrevista con este medio.

La ONG que lucha contra viento y marea para defender a las víctimas de la inseguridad fue a golpear las puertas de la Justicia. “Me comunicaron que el caso lo había agarrado el fiscal Fernando Garate, que ya venía investigando otros hechos similares de esta banda”, protestó.

Y cerró, a modo de protesta e indignación: “Lo increíble de todo esto es que sacan a la gente de las casas y al otro día publican la venta de esas casas en las redes sociales”.