Cien días de acampe: Tres Ombúes y su defensa del territorio sagrado

La Comunidad Multiétnica de Ciudad Evita sigue enfrentando los negocios inmobiliarios clandestinos en el predio ubicado sobre la Ruta Provincial N° 4, entre la autopista Riccheri y el Río Matanza.

La Comunidad Multiétnica Tres Ombúes cumplió el último miércoles cien días de acampe en su predio situado sobre la Ruta Provincial N° 4, entre la autopista Riccheri y el Río Matanza, Ciudad Evita. La causa de esta manifestación es contundente: frenar los negocios inmobiliarios ilegales en el territorio sagrado y el avance del denominado “barrio Puente 13”.

“Esta medida se tomó debido a los continuos avances del negociado ilegal inmobiliario del barrio Puente 13, que destruye y tira basura sin piedad a nuestra amada Pachamama”, protestaron en un comunicado.

Más de tres meses pasaron desde el comienzo de la medida de fuerza extrema. “Llamamos a la comunidad a la acción directa de acampar protegiendo el territorio (cuna de la cultura Querandí) y resistiendo las inclemencias de la codicia y la avaricia”.

“A cien días del acampe, seguimos resistiendo en el territorio. No vamos a dejar que destruyan la memoria y la biodiversidad de nuestro pueblo”, enfatizó ante El1 Delia Claros, referente de la comunidad Tres Ombúes.  

Cien días de acampe: una lucha que no frena

La comunidad Tres Ombúes seguirá adelante con su medida de fuerza, contra viento y marea. “Nosotros seguiremos acampando para evitar esta destrucción que se pretende hacer. Si bien hemos tenido reuniones, desde el propio estado municipal nos han afirmado que en Nación hay un vaciamiento de distintos organismos estatales y que por esa razón ellos no pueden hacer nada. Mientras tanto, seguimos insistiendo para que este territorio sea declarado de interés municipal”, remarcaron.

En la misma sintonía se expresó Jackeline Mariaca, otra integrante de la organización originaria. “No fue fácil haber sostenido estos cien días porque en el medio hemos soportado las inclemencias del tiempo, atravesado tormentas, fríos, heladas. A pesar de que quizás estuvo en riesgo la vida de los que acampaban, la Pacha siempre nos protegió. Y vamos a seguir”.

“La gente tiene que entender que nosotros estamos defendiendo un territorio que es de todos y para todos. Esto sirve para que la comunidad en general pueda ingresar al mismo y conocer la historia del lugar, todo lo que resguarda la naturaleza, la fauna nativa, las plantas medicinales y por sobre todas las cosas la memoria indígena. No lo hacemos por nosotros, sino para las generaciones venideras. Si me preguntás cuando vamos a parar con el acampe, la respuesta es cuando ellos paren con el avance ilegal inmobiliario hacia nuestro territorio. Porque si nosotros no estamos ahí, ellos seguirían con sus volquetes, con sus topadoras”, sentenció.