8M: jornada de lucha y reivindicación de derechos en el Hospital Paroissien
Trabajadoras de la salud de la seccional CICOP del nosocomio impulsaron actividades de lucha y visibilización por los derechos de las mujeres y disidencias.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las trabajadoras de la salud de la seccional CICOP del Hospital Paroissien, de Isidro Casanova, impulsaron una jornada de visibilización y lucha por los derechos de mujeres y disidencias.
La actividad gremial reunió a la comunidad hospitalaria en el hall central del nosocomio, en el marco de una radio abierta. Luego de debatir los principales reclamos en materia de género y derechos, realizaron un “cartelazo” y acciones de visibilización en calles de la localidad.
En diálogo con El1, Ivana Vallejos, secretaria de Género y Derechos Humanos de CICOP Paroissien, destacó la importancia de la actividad: “En este contexto de ajuste hacia las mujeres y disidencias, vamos a copar las calles. Queremos visibilizar las políticas de ajuste que nos afectan directamente”.
Desde el gremio, reivindicaron una vez más los derechos adquiridos y las políticas públicas que garantizaron su existencia. En este contexto, recordaron los avances en materia de género, resultado de la lucha incansable de los últimos años para alcanzar la igualdad.
“En 2021, inauguramos un banco rojo para visibilizar la violencia de género. Un año después instalamos un espacio de lactancia y, en 2023, un mural contra la violencia machista y patriarcal. Repudiamos las políticas que atentan contra nuestros derechos y vamos a seguir defendiéndolos”, expresó Valeria Bonetto, delegada gremial del CICOP seccional Paroissien.
Protocolo de salud en situaciones de violencia
Durante la jornada estuvieron presentes representantes de la Región Sanitaria XII, quienes informaron sobre el protocolo de salud para abordar situaciones de violencia de género. Esta herramienta, de creación matancera, surgió en las mesas de violencia y se encuentra presente en todos los efectores de salud provinciales y municipales.
“Cada situación de violencia debe quedar registrada, y el médico que atiende a la víctima tiene como obligación completar el protocolo. Es importante que el público conozca esta herramienta y que exija este derecho. No solo es clave para conocer datos locales, también es necesario para poder acompañar y asistir a las víctimas que sufren la violencia”, explicaron.
Mujeres al frente de la lucha
Durante la jornada también se visibilizó la delicada situación que viven los comedores y merenderos. Luciana y Joana, referentes del barrio Santa Clara, encargadas del comedor y merendero Pancitas Felices, reivindicaron la lucha de las mujeres encargadas de estos espacios de asistencia y alertaron sobre el recorte del abastecimiento de alimentos.
“La demanda ha crecido mucho pero, lamentablemente, no podemos cubrirla. Como mucho, vamos a poder seguir con nuestra asistencia por uno o dos meses más. Nos sumamos a la lucha porque somos nosotras quienes le ponemos el alma y el corazón al espacio. No solo damos de comer, también cuidamos, protegemos y educamos. Tener un plato de comida es un derecho que, actualmente, nos están sacando”, alertaron.