Alimentación saludable: cuando el bienestar físico se complementa con lo emocional

Eliana Hansen, licenciada en Nutrición, integrante del equipo técnico del Programa Nacional de Alimentación Saludable del Ministerio de Salud de la Nación y docente universitaria de la Universidad Nacional de La Matanza y la Universidad de Buenos Aires, destacó que la salud debe pensarse “de manera integral”.

En el marco de la Semana Provincial de la Alimentación, que se extiende desde el 16 al 20 de octubre, el Ministerio de Salud bonaerense busca educar, informar y generar conciencia sobre la importancia de una alimentación sana, al igual que fomentar la adopción de hábitos saludables en la comunidad. En este contexto, Eliana Hansen, licenciada en Nutrición, integrante del equipo técnico del Programa Nacional de Alimentación Saludable del Ministerio de Salud de la Nación y docente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), destacó que la salud debe pensarse “de manera integral”, para incorporar no solo lo físico o biológico, sino también el bienestar psíquico y emocional.

“Hay tendencias restrictivas que nos llevan a decir qué cosas podemos o no comer, como si el hecho de poder alcanzar un cuerpo ideal fuese un desafío de cara a una estación. Como consecuencia, estamos consumiendo ecuaciones que van mucho más allá de si un producto es o no saludable. Hay un refrán que dice: ‘Que el alimento sea tu medicina’. Nosotros debemos entender a qué llamamos alimento, porque hay una tendencia de poner todo en el mismo nivel”, explicó en comunicación con Radio Universidad.

Según Hansen, hay alimentos que pueden ofrecer determinadas calorías, hidratos de carbono o proteínas necesarios para que el organismo pueda cumplir alguna de sus funciones biológicas pero que, en sí, “no son alimentos”. En esta línea, reconoció que la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, comúnmente conocida como “Etiquetado Frontal”, es una herramienta útil para identificar productos que, a primera vista, parecen ser saludables.

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“El etiquetado frontal da muy buenos resultados e, inclusive, ha mejorado los hábitos de compra de las personas. En nuestro país tenemos una normativa que, además de incorporar el etiquetado, habla de la regulación de alimentos para los consejos escolares; todo esto servirá para mejorar los hábitos de nuestra población”, aseguró.

Para concluir, Hansen destacó que el hecho de sentir placer por la comida no debe generar culpa, ya que compartir una comida “es un hecho social”. “Nos juntamos a comer y festejamos comiendo; hay que empezar a pensar que la alimentación saludable también es aquella que nos produce gozo. Sin embargo, hay que corrernos de nuestros patrones estructurados y tratar de no consumir siempre lo mismo, ya que hay una fuente inagotable a la hora de explorar la comida", reflexionó.