Represión policial, heridos y detenidos en el acampe en apoyo a Cristina
La Policía de la Ciudad reprimió con palos, agua lanzada desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos a los militantes que estaban respaldando a la vicepresidenta en Recoleta. Esto ocurrió luego de que el Gobierno porteño decidiera vallar las inmediaciones del domicilio de la exmandataria.
Palazos, empujones, ojos irritados por el humo de los gases lacrimógenos y gente golpeada y empapada por el agua de camiones hidrantes. En todo eso terminó la represión que realizó la policía de la Ciudad, este sábado por la tarde, a los manifestantes que estaban apoyando a la vicepresidenta Cristina Fernández en las cercanías de su domicilio, en Recoleta, tras el pedido de doce años de cárcel que solicitó el fiscal Diego Luciani el pasado martes 23 de agosto.
Nada hacía pensar que este último sábado del mes de agosto podía llegar a tener semejante nivel de violencia por parte del organismo de seguridad porteño, pero la decisión del gobierno de la Ciudad de realizar un vallado perimetral en las calles Juncal, entre Paraná y Talcahuano; y Uruguay, entre Montevideo y Arenales, motivó a que los manifestantes que iban a expresar su respaldo a Cristina en Parque Lezama y en distintas plazas del Conurbano resolvieran acercarse a Juncal y Paraná, a metros de la casa de la exmandataria.
A medida que fueron llegando los militantes, se generó una tensión que derivó en la represión de la Policía de la CABA, que tuvo como saldo muchos manifestantes y policías golpeados, así como varios detenidos, entre ellos el diputado provincial Matías Molle, el director de la AFIP Fabián Rodríguez, la ministra de Gobierno bonaerense Cristina Álvarez Rodríguez y el dirigente matancero Facundo Tignanelli. Todos, luego, fueron liberados. Ya entrada la noche, la situación comenzó a calmarse, aunque los manifestantes continuaban en las inmediaciones de la casa de CFK.