Referentes políticos y líderes de la región repudiaron el intento de golpe de Estado en Bolivia

Latinoamérica respaldó al legítimo mandatario de Bolivia, Luis Alberto Arce, y condenó enérgicamente los hechos. A nivel local, hubo pronunciamientos de la CGT y de legisladores de Unión por la Patria, el radicalismo y el PRO. Desde el Gobierno nacional, llegó el mensaje de la canciller Diana Mondino.

Luego de movilizarse en un tanque acompañado de otros vehículos militares hacia la plaza en la que se ubica el Palacio de Gobierno de La Paz, el excomandante general del Ejército de Bolivia, Juan José Zuñiga, tomó la sede del Ejecutivo boliviano. Tras liderar a la tropa militar, quedó detenido. Al respecto, referentes políticos de Argentina y líderes de la región repudiaron el intento de Golpe de Estado y respaldaron al Presidente Luis Alberto Arce.

Según expuso el embajador de Bolivia en Argentina, Jorge Ramito Tapia, “personas que quieren retroceder al pasado trataron de dar un golpe de Estado encabezadas por Zúñiga”. “Este militar, en horas de la tarde, ingresó con tanques encabezando un comando, pero fue intercedido”, comentó y sumó que “buscó voltear las puertas del Palacio de Gobierno”.

A través de su cuenta de X (antes Twitter), el expresidente Evo Morales ponderó que “la democracia es la única vía para resolver cualquier diferencia” y que “se debe respetar la institucionalidad y el Estado de Derecho”. Además, llamó a una movilización a los fines de exigir “que todos los involucrados en este asonada sean detenidos y juzgados”.

En solidaridad con el presidente de Bolivia Luis Arce

Entre los mandatarios latinoamericanos que se expresaron, estuvo el presidente de Brasil, Inácio ‘Lula’ da Silva, quien se consideró “un amante de la democracia”. “Nuestra posición es clara: condenamos cualquier forma de golpe de Estado y reafirmamos nuestro compromiso con el pueblo y la democracia de nuestro hermano país, presidido por Luis Arce”, escribió.

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, también se pronunció al respecto. Indicó que “el levantamiento de algunas unidades de las Fuerzas Armadas de Bolivia es un atentado contra la democracia”. “Condenamos enérgicamente estos hechos”, añadió y brindó un “apoyo incondicional al presidente Luís Arce y  a su pueblo”.

En tanto, el presidente de Chile, Gabriel Boric, manifestó su preocupación por la situación en el país vecino y expresó un contundente apoyo al gobierno legítimo de Arce. “Condenamos enérgicamente la inaceptable acción de fuerza de un sector del ejército de ese país”, alegó. “No podemos tolerar ningún quebrantamiento del orden constitucional”, ratificó.

Desde Uruguay, Luis Lacalle Pou se sumó a los pronunciamientos. “Condenamos enérgicamente los hechos en desarrollo en Bolivia protagonizados por un sector de sus Fuerzas Armadas”, dijo. “Atentan contra su orden democrático y constitucional”, lanzó al tiempo que se solidarizó con el máximo representante del Ejecutivo de Bolivia.

Respaldo a la democracia

Desde el Gobierno nacional, la canciller Diana Mondino se pronunció en rechazo del levantamiento militar a través de sus redes sociales. Así, aseguró que “los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas”. “No se cambian con violentos golpes de Estado”, manifestó.

También, el bloque de diputados de Unión por la Patria, la Confederación Genera del Trabajo (CGT), la Unión Cívica Radical (UCR) y diputados del PRO se manifestaron al respecto, entre otros. Este último, llamó a “la comunidad internacional para que se pronuncie de forma contundente para que se restablezca el orden constitucional cuanto antes”.

La bancada de legisladores de UP optó por un “llamamiento a que se resguarden las instituciones democráticas, el Estado de derecho y el orden constitucional”. En sintonía, el radicalismo reflexionó que “la región hace años decidió vivir en democracia y se comprometió a respetar la decisión soberana de sus pueblos”.

Desde la central obrera, lanzaron que “estas prácticas sediciosas pretenden alterar el genuino imperio de la ley y de la paz social”. “Significan un grave retroceso en el marco de normalización institucional que se ha venido consolidando en nuestros países de América Latina”, escribieron en un comunicado.