Milei: “Queremos auditar a las universidades públicas y gratuitas para cuidar los recursos”
Polémico, el Presidente sostuvo que “la universidad pública nacional no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta”. Las aclaraciones del Consejo Interuniversitario Nacional.
El acto en el cual el Gobierno cambió el nombre del ex Centro Cultural Kirchner (CCK) a “Palacio Libertad – Domingo Faustino Sarmiento” sirvió de plataforma para que el Presidente Javier Milei retomara su ataque discursivo contra las universidades nacionales públicas y gratuitas.
Lejos de plantear canales de diálogo y acercamiento, el jefe de Estado lanzó definiciones polémicas y algunas afirmaciones directamente falaces como, por ejemplo, intentó sostener que “la universidad pública nacional no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta”.
Así, según el Presidente, “la universidad ha dejado de ser una herramienta de movilidad social para convertirse en un obstáculo para la misma”. Y agregó: “Si los que defienden las universidades realmente creyeran en la movilidad social, tomarían el ejemplo de Sarmiento: en vez de defender una universidad para ricos, defenderían una educación inicial para todos”.
“La verdad incómoda en la Argentina es que la universidad pública nacional no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y a los hijos de la clase media alta, en un país donde la gran mayoría de los niños son pobres, no saben leer, escribir o realizar una operación matemática básica”, afirmó el Presidente.
“El mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad con los recursos, con la cultura y el tiempo necesarios para poder estudiar” sostuvo el mandatario.
En este punto, es menester recordar parte de uno de los comunicados del Consejo Universitario Nacional (CIN), que refuta esa afirmación presidencial: “El 48.5 por ciento de los estudiantes inscriptos (en las universidades públicas) en materias de 2024 están por debajo de la línea de pobreza (EPH – INDEC). Casi siete de cada diez alumnos, de los dos millones que componen el sistema universitario público argentino, tienen padres y madres que no fueron a la universidad: son la primera generación de su familia en acceder a la educación superior”.
Sobre las auditorías
En relación a las auditorías, el Presidente sostuvo que quieren auditar las universidades nacionales públicas “no porque queramos cerrar las universidades, como le mienten a la gente, sino porque los queremos cuidar, cuidando los recursos, y para eso hay que auditar”.
En este punto, el CIN aclaró: “Los gastos de las universidades se componen en un 90 por ciento en salarios (registrados) y un diez por ciento en gastos de funcionamiento (servicios públicos, limpieza, seguridad, seguros, reparaciones y un mínimo equipamiento que se rinden. Las universidades son las entidades del sector público más controladas y auditadas (incluso lideran el ranking que elabora la Agencia de Transparencia de la Jefatura de Gabinete de la Nación). Tienen auditorías internas propias y externas del Congreso de la Nación, más evaluaciones de gestión propias y externas de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Todos los meses entregan al Ministerio de Capital Humano su información de personal y de presupuesto”.