Los cruces que atravesaron el último debate presidencial antes del balotaje

Massa marcó el ritmo del encuentro que tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la UBA, al tiempo que Milei eludió algunas de las propuestas más resonantes. El libertario volvió a ponderar a Margaret Thatcher y aseguró que le pidió disculpas a Francisco.

Con la Facultad de Derecho de la UBA como escenario, el candidato de Unión por la Patria (UP) y ministro de Economía, Sergio Massa, y el líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, se vieron las caras en el último debate presidencial para comunicar sus modelos de país. El tigrense marcó gran parte del ritmo del encuentro, en tanto que el libertario se desdijo de afirmaciones que había hecho públicamente de forma reciente. 

En la introducción, Massa indicó que se trataba de “una de las noches más importantes de nuestros 40 años de democracia”. “Vengo a plantear un gran cambio para la Argentina, que es la construcción de un gran acuerdo con políticas de Estado, con diálogo y consensos. Y, por sobre todas las cosas, con el respeto a quienes piensan distinto”, sumó. 

A su turno, Milei se presentó de la siguiente manera: “Soy especialista en temas de crecimiento económico con y sin dinero”. ”Por lo tanto, sé cómo hacer crecer a una economía. Sé cómo crear puestos de trabajo, puestos de trabajo de calidad con buenas remuneraciones, sé cómo terminar con la pobreza, con la indigencia y cómo exterminar de una vez por todas el cáncer de la inflación”, añadió.

Al momento de debatir sobre economía, el diputado retomó el concepto de “casta”, que, según explicó, se nutre de una contradicción debido a que las necesidades son infinitas y los recursos finitos. “El Estado es el origen del problema, no la solución”, resaltó. El ministro, en cambio, interrogó a Milei respecto a distintas afirmaciones que había hecho de forma pública y que también forman parte de su plataforma. A modo de respuesta, el diputado señaló que no suprimiría los subsidios al menos en el corto plazo. Sobre el Banco Central, aseguró que lo eliminaría “porque es el origen de la inflación, es la maquinita”.

“Desgraciadamente, escuchamos a este candidato hablar de motosierra, hablando de (quita de) subsidios, que representarían la suba del 300 por ciento de las tarifas, el 400 por ciento el boleto de tren y de colectivo, la eliminación de los programas de atención contra el cáncer y el recorte en 83.000 pesos a cada jubilado o jubilada”, reflexionó Massa para luego resaltar que busca ampliar la economía argentina para pagarle la deuda al FMI sin afectar otros recursos. “Cada vez que el Fondo vino a la Argentina le fue mal”, sostuvo. 

El bloque sobre las relaciones de Argentina con el mundo estuvo dominado por la discusión sobre los planteos de Milei en torno a romper relaciones comerciales con Brasil y China. En este tramo, Massa le recordó que el “90 por ciento de exportaciones de cinco provincias son a China”, lo que afectaría dramáticamente a los trabajadores. Además, destacó cuatro ejes sobre los cuales buscará desarrollar su propuesta en caso de ser electo: seguridad alimentaria, seguridad energética, servicios intelectuales mundiales e industria minera.

Otro punto que suscitó cruces fue cuando se habló sobre Malvinas. El candidato oficialista le planteó la contrariedad de poner en valor a la figura de Margaret Thatcher, a la que caracterizó como “una enemiga de la Argentina, ayer, hoy y siempre”. También invitó al libertario a pedirle disculpas al Papa Francisco, algo a lo que Milei accedió. 

Al momento de iniciar el eje sobre educación y salud, el líder de La Libertad Avanza buscó desligarse de los conocidos planteos acerca de la privatización que motoriza el espacio: “La salud y la educación van a seguir siendo públicas”. Pese a esto, al momento de referirse a la gratuidad no se mostró con la misma seguridad que con otras preguntas y prefirió responder que eso “depende de las provincias”. 

“Para nosotros, la salud y la educación son sumamente importantes, a punto tal que hemos diseñado algo absolutamente revolucionario que es la idea del Ministerio de Capital Humano”, expuso el legislador, para luego detallar que esta área se conformará, en caso de ser electo, por cuatro secretarías: Niñez y Familia, Salud, Educación e Inserción en el Mercado de Trabajo.  

Al momento de tomar la palabra en este punto, el exintendente de Tigre y exdirector de la ANSeS se refirió al proyecto de ley de Financiamiento Educativo, que recientemente tuvo avances en la comisión de Diputados que trabaja en el área: “Ocho puntos del PBI estarán asignados a la inversión educativa”.

Fue Massa quien comenzó a exponer en el eje de producción y trabajo. “Uno de mis grandes desafíos y mis grandes sueños es ser el Presidente del trabajo. Me he propuesto crear más de dos millones de puestos de trabajo”, destacó. A su turno, Milei indicó que el país se encuentra en una situación de “estancamiento desde el año 2011” y también le espetó la responsabilidad al expresidente Mauricio Macri por este panorama, quien ahora impulsa la candidatura del libertario luego de que Patricia Bullrich quedara fuera de la carrera electoral.

“No hay inversión porque en la Argentina es imposible ganar dinero con la presión fiscal escandalosa que hay y, si aun así se llegara a ganar plata, aparece la banda de los expropiadores seriales con la idea de la justicia social, la redistribución del ingreso y la igualdad de oportunidades”, reflexionó el diputado, que también afirmó que no existe diferencia salarial según el género. Massa marcó sus diferencias en este aspecto y el foco de la discusión orbitó sobre dos modelos de país: la apertura plena y sin restricciones de las importaciones o, por otro lado, un vínculo con otros países donde se privilegie la producción nacional. 

En lo concerniente a la seguridad, Milei expresó: “Todo lo que hace el Estado lo hace mal y por eso el país es un baño de sangre”. “Ese baño de sangre comenzó de manera muchísimo más grosera a partir del año 2001-2002, con la llegada de un señor llamado Eugenio Zaffaroni. Un señor que invertía la causa de la prueba y hacía que las víctimas se conviertan en victimarios, y viceversa”, completó. Si bien el exjefe de Gabinete se mostró contrario a las valoraciones, resaltó que buscará replicar la experiencia de Tigre focalizada en la prevención del delito. 

El último de los ítems fue, tal vez, uno de los más esperados. Sobre todo por la postura que se ha promovido desde LLA en torno a las interpretaciones que se han realizado sobre el genocidio que significó la última dictadura militar y la defensa corporativa de la candidata a ocupar la vicepresidencia, Victoria Villarruel. En este tramo, Massa volvió a poner en alto la bandera histórica de los organismos de Derechos Humanos cuando sostuvo como pilares las consignas de “Memoria, Verdad y Justicia” y el “Nunca Más”. “Tenemos que poner en agenda los nuevos derechos humanos”, exhortó, y, en esta dirección, se refirió al “derecho a un ambiente sano” y “el derecho a la tierra”, entre otros. 

La moderación estuvo a cargo de los periodistas Luciana Geuna (Canal 13), Pablo Vigna (TV Pública), Érica Fontana (Telefe) y Antonio Laje (América), con transmisión en directo por todos los medios pertenecientes a Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (R.T.A. S.E.). El tercer debate, además de haber sido el último encuentro entre ambos candidatos antes del balotaje, es también definitorio para quienes, por el momento, no tienen decidido su voto. Y también para otros tantos que aún no han definido su participación.

La centralidad del evento, a 40 años de la democracia, fue algo a lo que remitieron ambos en distintas ocasiones. El próximo 19 de noviembre, Argentina no solo decidirá entre dos modelos de país, sino también entre dos modelos de sociedad.