El Gobierno nacional reglamentó la nueva etapa de la cuarentena obligatoria: qué dice el decreto
El Ejecutivo extendió el aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 10 de mayo, con algunas flexibilizaciones en ciudades de menos de 500.000 habitantes. En el Gran Buenos Aires, siguen vigentes las mismas restricciones que se implementaron el 20 de marzo.
Tras el anuncio presidencial del sábado a la noche de una nueva fase del aislamiento obligatorio que entra en vigencia este lunes, el Gobierno nacional oficializó el Decreto de Necesidad y Urgencia que fija las nuevas condiciones de esta cuarentena “administrada”, con características diferenciadas en distintas zonas del país, y confirmó que se extiende hasta el 10 de mayo.
En líneas generales, de acuerdo al texto de la normativa publicada este domingo en el Boletín Oficial, solo habrá cambios con respecto a las condiciones vigentes desde el 20 de marzo para las ciudades de menos de 500.000 habitantes, donde, desde este lunes, la mitad de la población podrá quedar movilizada y retomar algunas actividades, aunque con la adopción de estrictos protocolos sanitarios. La decisión final de cómo se implementan esos cambios quedará en manos de cada gobierno provincial.
No obstante, esas aperturas podrán habilitarse siempre que el tiempo de duplicación de casos confirmados de COVID-19 no sea inferior a 15 días y el sistema de salud cuente con capacidad suficiente para contener el brote. “Debe existir una evaluación positiva de las autoridades sanitarias respecto del riesgo socio-sanitario con relación a la densidad poblacional y la proporción de personas exceptuadas no podrá superar el 50 por ciento de la población del área afectada”, dice el decreto. Además, cada gobierno local deberá mantener permanente informada a la Nación, para hacer un riguroso seguimiento de la situación epidemiológica e implementar los cambios necesarios a tiempo.
Asimismo, la medida publicada en el Boletín Oficial indica que las jurisdicciones con más de 500 mil habitantes mantendrán las condiciones de aislamiento con las mismas restricciones que las vigentes desde el 20 de marzo, cuando se implementó la cuarentena.
Un punto que generó confusiones tras el anuncio presidencial del sábado fue el alcance de los permisos para las salidas de esparcimiento de una hora por día. El decreto presidencial, en ese sentido, plantea que en las ciudades con más de 500.000 habitantes cada administración puede decidir de qué manera las implementa, pero el Gobierno bonaerense salió a aclarar, el domingo, que en los grandes aglomerados urbanos con circulación viral esa posibilidad no regirá. Por lo tanto, en el Conurbano, no habrá permiso para salir.
En contraste con esa situación, en las ciudades más chicas y con los contagios controlados, por ejemplo, las del interior bonaerense, cada intendente podrá decidir de qué modo otorga esos permisos, siempre y cuando los habitantes no usen transporte público y respeten el distanciamiento social, no menor a dos metros. Las salidas no podrán extenderse más allá de los 500 metros de distancia de la vivienda y podrán realizarse hasta las 20 y cada municipio podrá, incluso, asignar días para los permisos, limitar su duración y, eventualmente, suspenderlos con el fin de proteger la salud pública. “En ningún caso, se podrán realizar aglomeramientos o reuniones y se deberá dar cumplimiento a las instrucciones generales de la autoridad sanitaria”, aclara el decreto.
Más allá de los permisos que podrán habilitarse en las ciudades de menos de 500.000 habitantes, habrá restricciones generales que se mantendrán. En ese grupo se incluye el dictado de clases en todos los niveles y la prohibición de los eventos públicos y privados sociales, culturales, recreativos, deportivos, religiosos y otros. Además, seguirán cerrados los centros comerciales, cines, teatros, centros culturales, bibliotecas, museos, restaurantes, bares, gimnasios, clubes y cualquier espacio público o privado, y tampoco se reanudarán las actividades turísticas, ni en parques, plazas y similares.
Asimismo, el decreto establece la continuidad de las licencias para los trabajadores mayores de 60 años, embarazadas o personas incluidas en los grupos de riesgo y para aquellas personas cuya presencia en el hogar resulte indispensable para el cuidado de niños o adolescentes.
Con estas nuevas medidas, esta semana se inicia la cuarta fase de la cuarentena obligatoria. Según el plan que mostró el Presidente el sábado, al realizar estos anuncios, Argentina debe superar dos fases más para llegar a la “nueva normalidad”. Para pasar a la siguiente etapa del aislamiento, con menores restricciones, los contagios de COVID-19 deben duplicarse cada 25 días. Esa tasa, actualmente, está en los 17 días.