Con algunos cambios, el Presidente Alberto Fernández anunció una nueva extensión del aislamiento obligatorio hasta el 10 de mayo
El jefe de Estado confirmó que la cuarentena continuará sin grandes modificaciones en los grandes conglomerados urbanos, incluyendo la provincia de Buenos Aires. En las ciudades de hasta 500.000 habitantes, las actividades quedarán habilitadas parcialmente. En todo el país, se podrá salir una hora por día para esparcimiento en un radio de hasta 500 metros.
El Presidente, Alberto Fernández, confirmó este sábado por la noche que el aislamiento social, preventivo y obligatorio volverá a extenderse en una nueva etapa que llegará hasta el 10 de mayo, aunque con algunos cambios, entre ellos, la posibilidad de salir de las casas, durante una hora por día y en un radio no mayor a los 500 metros, por motivos de esparcimiento. En la provincia de Buenos Aires, sin embargo, el aislamiento continuará casi con las mismas restricciones que hasta ahora, excepto en 28 municipios que habilitarán unas pocas actividades.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Salud, Ginés González García; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el Presidente grabó un mensaje desde Olivos para confirmar que, como se preveía, la cuarentena vigente desde el 20 de marzo vuelve a renovarse, luego de que debatiera la siguiente etapa de las medidas de prevención para contener la pandemia de coronavirus con los expertos en salud que lo asesoran y con los gobernadores de todas las provincias, con quienes el viernes mantuvo una videoconferencia.
Si bien los lineamientos generales se mantendrán en esta cuarta etapa del aislamiento obligatorio, a partir del lunes, se dará lugar a una cuarentena “focalizada”, con la reanudación de algunas actividades económicas en las provincias de San Juan, Santa Cruz, Misiones, Entre Ríos, Mendoza, Neuquén, Salta, La Pampa, Tucumán y Jujuy, donde la curva de contagios parece estar más controlada. En ese sentido, Fernández dio a conocer el plan que, “desde el inicio de la pandemia”, se gestó desde el Ministerio de Salud. “El objetivo era hacer más lento el contagio y, a medida que eso sucediera, podríamos organizar el sistema sanitario para atender la demanda de casos. En la medida en que vamos cumpliendo objetivos, la cuarentena va cambiando”, explicó.
Así, el Presidente detalló que, cuando se decretó el aislamiento, el 20 de marzo, los contagios se multiplicaban “cada 3,3 días”. Al cumplirse la segunda fase del aislamiento, que llegó hasta el 12 de abril, “el contagio ya era más lento y se multiplicaba cada 10,3 días”. Ahora, al culminar la tercera etapa de la cuarentena, ese plazo se estiró hasta los 17,1 días. “Logramos el objetivo que señalé el primer día”, destacó al respecto, y aseguró que, en ese lapso de tiempo, se sumaron 700 respiradores, 200 ecógrafos portátiles, 25 ecógrafos multipropósito, 11.518 camas, doce hospitales modulares, 170.000 tests serológicos, 250.000 tests de PCR, 4.031 trabajadores de la salud y más de 4.000 millones de pesos fueron transferidos a las provincias.
Una cuarentena más "focalizada"
Al analizar la situación actual de la pandemia por los departamentos en que se divide cada provincia del país, Fernández mostró que la población de los conglomerados urbanos representan el 47,4 por ciento de los casos positivos; 2,7 por ciento son importados; 26,9 por ciento se generaron por contactos estrechos con esos casos importados y el 23 por ciento se mantiene sin contagio. “Está claro que hay un riesgo en los grandes centros urbanos del país porque gran parte de la epidemia se concentra allí”, apuntó para hablar de la situación de los conglomerados de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires y de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Chaco, Tierra del Fuego y Río Negro, donde la cuarentena seguirá casi en iguales condiciones, como así también en las ciudades del resto del país con más de 500.000 habitantes.
En contraste, en las ciudades con hasta 500.000 habitantes, habrá habilitaciones parciales para la actividad económica, siempre que cumplan cinco condiciones: que el tiempo de duplicación de casos no sea menor a 15 días; que el sistema de salud pueda atender la demanda sanitaria; que la evaluación de densidad poblacional, vulnerabilidad social y condiciones de vivienda den cuenta de un riesgo bajo de contagio; que, de ningún modo, más del 50 por ciento de la población pueda movilizarse; y que no haya transmisión comunitaria. De todos modos, cada reanudación de la actividad deberá hacerse con estrictos protocolos sanitarios y las provincias estarán obligadas a mantener informado al Gobierno nacional sobre la evolución de los casos para implementar cambios en caso de que sea necesario.
A nivel general, Fernández explicó, también, que la administración de la cuarentena por fases implica que cada vez más población quede movilizada. En la primera etapa, 90 por ciento de los argentinos quedaron en aislamiento; en la segunda, ese número bajó al 75 por ciento; y, en esta nueva etapa, la mitad del país seguirá en cuarentena. Además, adelantó que restan otras dos fases de evaluación y renovación de las medidas para volver a una situación de “normalidad”.
En cuanto a la provincia de Buenos Aires, que lidera la cantidad de casos a nivel nacional, con 1.275 de los 3.780 infectados del país, el Gobernador, Axel Kicillof, solo habilitó la apertura de algunas actividades, con la puesta en marcha de estrictos protocolos sanitarios, en 28 de los 135 municipios bonaerenses. La Matanza no está incluida en ese listado, por lo que las restricciones continuarán en las mismas condiciones vigentes desde el 20 de marzo.
Durante su mensaje, el Presidente destacó la colaboración de la ciudadanía para respetar las reglas sanitarias decretadas. “Como sociedad, tenemos que estar muy orgullosos y contentos porque hemos pedido acatar el criterio lógico sanitario que nos permitió preservar nuestra salud, nuestras vidas y las de los otros. Gracias por haber entendido y habernos acompañado”, destacó el primer mandatario, aunque advirtió: “Hemos dado pasos importantes, (pero) estamos lejos de decir que esto está terminado”.
“En Argentina, la pandemia no ha mostrado la capacidad de daño que hemos visto en otros lugares del mundo, pero eso solo ha sucedido por lo que los argentinos y las argentinas hemos hecho”, advirtió el jefe de Estado, quien también reconoció su preocupación por el aspecto económico. “Nosotros queremos que, cuando esto pase, la economía vuelva a recuperar su actividad tan pronto se pueda y en su absoluta dimensión”, aseguró, al tiempo que contó que ya está elaborando un plan en ese sentido junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, y al presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
Fernández aclaró, luego, que las clases continuarán suspendidas en todos los niveles, como así también la administración pública, las actividades recreativas y los espectáculos. Los grupos de riesgo -mayores de 60 años, personas con enfermedades prevalentes y embarazadas- continuarán eximidos de tareas laborales, pero se habilitará la posibilidad de que los ciudadanos puedan salir de sus casas durante una hora por día, en un radio no mayor a los 500 metros. “Nos abrimos a un nuevo desafío, veremos si somos capaces de aprovechar este tiempo de esparcimiento sin que eso implique un riesgo mayor”, advirtió.
“Que esto siga saliendo bien depende de nosotros. Cuidar la vida no puede ser un riesgo, debe ser un motivo de orgullo. La salud, esta vez, nos ha unido a todos, sin marcar diferencias. Les doy las gracias, sigamos juntos, trabajando unidos porque, así, vamos a poder salir más rápido y con mucho menos dolor de este tiempo doloroso que nos ha tocado vivir”, cerró el mensaje presidencial.