Auxilio a comerciantes afectados por las restricciones: el Municipio no prevé nuevas medidas
Ante los pedidos surgidos desde el HCD y las distintas cámaras que representan a comerciantes de los rubros afectados por las restricciones para que el Municipio condone las deudas y suspenda el cobro de los impuestos municipales, desde el Ejecutivo plantearon que “una medida general sería injusta porque la situación no es homogénea”. Prometen evaluar caso por caso.
La extensión de las restricciones ante el nuevo crecimiento de los casos de coronavirus vuelve a poner presión sobre el Municipio por parte de los sectores comerciales más afectados por las medidas, como gastronómicos, shoppings y centros comerciales. Apremiados por la caída en la actividad –en 2020, solo lograron trabajar 79 días en condiciones de normalidad y en otros 91 lo hicieron con limitaciones-, retomaron las protestas para reclamarle al Gobierno local medidas de alivio impositivo, al tiempo que, en la última sesión del HCD, oficialismo y oposición unificaron proyectos que habían presentado en ese sentido y los giraron al Ejecutivo para su evaluación.
Ante la alta probabilidad de que, por el récord de contagios de esta semana, se decida endurecer las medidas a partir de este sábado, El1 Digital consultó al equipo económico del Ejecutivo y, desde el área de Ingresos Públicos, reconocieron que “todavía, no hay una decisión de extender el programa de beneficios para la gastronomía, porque las situaciones son disímiles y algo de la actividad se retomó”.
“Tenemos bares que se adaptaron y están funcionando en las veredas y tienen buen nivel de actividad y, al mismo tiempo, se dan otro tipo de situaciones, como la de los salones de fiestas infantiles, que no están trabajando”, ampliaron sobre ese punto.
“Una medida general terminaría siendo injusta porque la situación no es homogénea, pero el compromiso es analizar casos puntuales”, explicaron sobre la posibilidad de que los sectores que están sin actividad por la pandemia, como salones de fiestas o gimnasios, “tramiten una baja temporal, mediante Control Comunal, para que no se les computen las tasas”.
Asimismo, plantearon que si los pedidos ingresan de manera colectiva, por ejemplo, a través de una cámara que los nuclee, “hay posibilidades de que las medidas se apliquen a muchos”. “Por ejemplo, está por salir una resolución de este tipo que habían tramitado todos los hoteles alojamiento del Distrito por los meses que estuvieron cerrados el año pasado”, anticiparon.
En ese sentido, remarcaron que ese trámite permite “la retroactividad”, es decir, que los comerciantes que están sin actividad desde el año pasado podrían acceder a que se les descuenten las deudas acumuladas si demuestran que no funcionaron desde entonces.
Bolsillos flacos
El trasfondo del conflicto consiste en que si bien este año se renovó el programa de descuentos de hasta 75 por ciento en las tasas municipales que pagan las empresas que facturen hasta 1.100.000 pesos mensuales, el decreto municipal 695 que reglamentó la medida excluyó del beneficio a los “restaurantes, bares, confiterías, cafés, cervecerías, salones de té, pizzerías, pubs, salones y confiterías bailables y salones de fiestas”. Justamente, los sectores afectados por las nuevas restricciones.
Según las estadísticas otorgadas a El1 Digital desde la Secretaría de Economía y Hacienda local, el programa, que está vigente desde la crisis de 2019, benefició “a 580 PyMEs” en su primer año de vigencia y “a más de 200” durante 2020. El total de PyMEs industriales radicadas en el Distrito son 4.000 y esa cifra asciende a unas 20.000 si se le suman las de otros rubros.
Lo cierto es que la inquietud por la crisis del sector excede a los proyectos presentados en el HCD. Las distintas cámaras que agrupan a los comerciantes locales venían advirtiendo por el impacto que la vigencia de las tasas municipales genera en sus cuentas ya apremiadas por la caída de la actividad y la facturación.
Después de más de un año de reclamos, recientemente, el Municipio recibió a representantes de los sectores afectados. Por un lado, la Secretaría de Economía y Hacienda convocó al Centro de Comerciantes de San Justo y a la Federación Empresaria de La Matanza (FEM).
“Hay mucha preocupación, sobre todo, de los sectores que están sin actividad, como los salones de fiestas y gimnasios, a quienes les siguen llegando las tasas cuando hace un año que no trabajan, por lo que pedimos que se eliminen o se reduzcan”, explicó el titular de la FEM, Claudio Pugliese, quien también reveló que “están llegando intimaciones” por la falta de pago, específicamente, de la tasa de Publicidad y Propaganda.
El planteo que les devolvió el Municipio es que los rubros que están sin actividad pidan “el cese temporal para dejar de acumular deudas”, como explicaron a este medio. “Pero la mayoría de los comercios no están pagando las tasas y para que no los embarguen, hay que entrar en planes de pago. ¿Quién se va a meter en ese compromiso si no hay certezas de retomar la actividad?”, razonó Pugliese, aunque también explicó que “el Municipio planteó que hay voluntad de esperar y que las intimaciones no se van a ejecutar” y que se instrumentaron "algunas quitas sobre los intereses".
“Vamos a seguir insistiendo en una quita o un perdón. La situación es catastrófica, muchos están sin trabajo y presionados por los impuestos”, advirtió el referente de la FEM, aunque valoró la apertura de un canal de diálogo.
En tanto, el vicejefe de Gabinete, Daniel Barrera, recibió esta semana a los integrantes de la flamante Cámara de Comerciantes Gastronómicos de La Matanza, quienes recientemente protagonizaron reclamos y ollas populares. “Es la primera vez que nos reciben y escuchan nuestra situación. Pedimos la condonación de impuestos, pero de ahí a tener una respuesta va a faltar mucho”, destacó su vicepresidente, Rogelio Rugilio.
Si bien el representante del sector destacó que es “positivo” que “por primera vez, se genere un contacto” con las autoridades locales, contrastó que “en otros municipios, como Lomas de Zamora y Lanús, los comerciantes quedaron eximidos de los impuestos sin tener que pedirlo”. “Nos parece una cargada que estemos obligados a trabajar en la calle y que, encima, el Municipio nos cobre por poner mesas en la vereda. La mayoría acumuló deudas por estas tasas porque, con lo poco que recaudamos, pagamos el alquiler, los servicios y los sueldos y, aun así, muchas veces no llegamos. Hacemos malabares, pero los números no dan”, lamentó y agregó: “Lo único que pedimos es una ayuda en esta crisis”.
Pero, al menos por ahora, no se contempla ampliar el programa de descuentos, dado que el Municipio también pone en la balanza las caídas interanuales en la recaudación de las distintas tasas municipales que son su principal fuente de recursos propios. En términos reales, de acuerdo a la última Rendición de cuentas, las bajas oscilaron entre 9,1 y el 64 por ciento durante el primer año de la pandemia.