Pastores evangélicos obligaban a sus fieles a vender sus casas para quedarse con el dinero: 26 detenidos
Los operativos tuvieron lugar, principalmente, en La Matanza. La organización, también, esclavizaba a los hijos de los feligreses a trabajar en una panificadora en “condiciones inhumanas”.
El fin de semana pasado, una banda de pastores evangélicos que obligaba a sus fieles a vender sus viviendas para quedarse con el dinero y que, además, los forzaba a vivir hacinados en un conventillo y les exigía trabajar en una panificadora sin ningún tipo de remuneración, fue desbaratada luego de varios allanamientos realizados en diferentes localidades bonaerenses, principalmente en La Matanza.
Según fuentes policiales, la organización religiosa que, también, les imponía a los hijos de sus seguidores a dejar la escuela y salir a vender los productos elaborados en la panificadora, fue totalmente desarticulada. En total, 26 personas fueron detenidas, entre ellas, la presunta líder conocida como “Tía Eva” y su segunda, llamada “La jefa”.
Los operativos estuvieron a cargo de la División Trata de Personas, perteneciente a la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
La causa, caratulada como “Asociación Ilícita en concurso real, con reducción a la servidumbre reiterada en doce oportunidades, trata de personas reiteradas en doce oportunidades y lavado de dinero”, quedó en manos de la Ayudantía Fiscal, a cargo de la doctora Liliana Pecorelli, y del Juzgado de Garantías N°1, de la doctora Mary Castillo, ambos pertenecientes al Departamento Judicial de La Matanza.
Ardua investigación
La investigación que permitió desmantelar la “banda de los pastores” comenzó en diciembre pasado luego de una denuncia radicada por una joven de 24 años en la Ayudantía Fiscal de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming del Departamento Judicial de La Matanza.
Según la denunciante, cuando era adolescente y vivía en la localidad de González Catán, sus padres fueron captados por miembros de un templo evangélico conocido como “Filadelfia”, ubicado en San Justo, que había copiado el nombre de otra conocida organización religiosa para facilitar la seducción de fieles.
Gracias a esa denuncia, los agentes policiales realizaron investigaciones encubiertas e intervinieron líneas telefónicas donde determinaron que los cabecillas de este grupo se quedaban con la totalidad de las ganancias de los producido en la panificadora y que llevaban adelante una vida de “lujos y ostentación”, mientras el resto de los feligreses vivían “en condiciones inhumanas”.
Asimismo, comprobaron que el templo es un edificio de cuatro pisos ubicado en Centenera al 3700 de San Justo, donde vivían líderes y encargados, y que, en otro inmueble tipo conventillo, ubicado a metros del lugar, residían los feligreses, a quienes también forzaban a llevar a cabo tareas de mantenimiento, albañilería y limpieza en el lugar.
Además, los policías establecieron que la panificadora funcionaba las 24 horas a pocos metros del templo religioso, en Anchoris al 4100. Asimismo, se supo que un anexo de la iglesia tenía lugar en Juárez Celman al 600 de Pontevedra, partido de Merlo, y que otro templo con panificadora funcionaban en la calle El Resero, Bahía Blanca.
"Por el momento hay, al menos, doce hechos comprobados de reducción a la servidumbre, incluso una de las personas dormía a los pies de la cama para asistirla en todo momento, pero no descartamos que se sumen más casos", dijo uno de los investigadores.
Durante los allanamientos, más de diez, 26 personas fueron apresadas, 13 hombres y 13 mujeres mayores de edad; y se incautaron casi 40 mil dólares y más de un millón de pesos. Además, secuestraron 17 vehículos, alhajas de oro, 46 teléfonos celulares, 57 tarjetas de crédito, notebook, computadoras, pen drives, documentación y otros elementos de interés para la causa.