Ola de robos en Ramos Mejía: banda de delincuentes ingresó a un restaurante

Se trata del local Tinto y Carbón, un local ubicado en las inmediaciones de la avenida Rivadavia y Necochea. Según pudo saber este medio, se desconoce la identidad y el paradero de los asaltantes.

La inseguridad no cesa en la localidad de Ramos Mejía. En esta oportunidad, un grupo de asaltantes ingresó al restaurante Tinto y Carbón, ubicado en las inmediaciones de la avenida Rivadavia y Necochea, en la localidad de Ramos Mejía.

El asalto, que ocurrió el pasado lunes en horas de la noche, quedó registrado en las cámaras de seguridad del local. Mediante el material fílmico se puede observar como ingresan los delincuentes armados y obligan a los clientes a entregar sus pertenencias.

Además, se apoderan de elementos que los empleados tienen en el mostrador. Tras cometer el cruento suceso, los malhechores se dan a la fuga por las calles del vecindario. Según pudo saber El1, se desconoce la identidad y el paradero de los asaltantes.

El asalto en el local gastronómico no es un hecho aislado. Según denuncian los vecinos, la localidad se ha vuelto “tierra de nadie”. “Después de las elecciones no se vieron más policías ni gendarmes. Todos los días hay robos y arrebatos”, lamentó Francisco, vecino de la zona.

En la misma línea, Camila, vecina del lugar, en diálogo con este medio, expresó: “Nos genera mucha bronca los ladrones que te roban y, muchas veces, hasta se te meten a la casa. Esto tiene que cambiar, no podemos seguir viviendo así. No estamos seguros ni dentro de nuestras viviendas”.

Uno de los locales gastronómicos que fue víctima de la inseguridad

Un flagelo que no cesa

Las denuncias se reiteran una y otra vez. Robos bajo la modalidad “entradera”. Hurtos y arrebatos en la vía pública y ataques en diversos comercios conforman una postal que se ha vuelta diaria en Ramos Mejía. Durante los últimos días, diversos hechos de inseguridad volvieron a poner el foco un problema que, según dicen los frentistas, no da respiro: la inseguridad.

"Sumado a los ataques de 'motochorros' o delincuentes que se mueven en autos robados, notamos que algunos vecinos denuncian que los delincuentes suelen marcar las casas para meterse cuando no estas. Es terrible porque no sabes si cuando salís no te los encontrás adentro. Necesitamos que alguien se ocupe", exigió una vecina que prefirió resguardar su identidad.

A horas del asalto en el local gastronómico, un violento robo tuvo lugar en la vía pública, en horas de la madrugada. Delincuentes armados sorprendieron a sus víctimas, en Chacabuco al 400, de la citada zona, para despojarlos de las pertenencias.

Delincuentes armados azotan la localidad de Ramos Mejía

“Solemos ver seguido fotos en redes sociales de representantes del Foro de Seguridad de Ramos Mejía, como Andrés Ayale, reunidos con titulares de la comisaría de Ramos Mejía, como Norberto Bravo, prometiendo estrategias u operativos para terminar con los robos, pero los cambios no aparecen. Son solo palabras y promesas que se las lleva el viento”, protestó Carina, vecina de Ramos Mejía.

La inseguridad y el recuerdo de Roberto Sabo

El comerciante de 45 años trabajaba todos los días en su kiosco “Pato”, ubicado en Avenida de Mayo al 800, en el centro de Ramos Mejía. El domingo 7 de noviembre de 2021 fue sorprendido por dos delincuentes en el comercio y asesinado a balazos. 

A un año del violento hecho criminal, Leandro Daniel Suárez, el asesino, recibió la pena máxima de prisión perpetua. "La gente nos dio la fuerza para seguir adelante", habían afirmado, en diálogo exclusivo con El1, familiares del comerciante.

En relación a la inseguridad, afirmó: ““Los vecinos somos los que tenemos miedo y terminamos encerrados, cuando en realidad deberían ser los delincuentes los que tendrían que sentirse así”.

El homicidio de Sabo tuvo lugar en noviembre de 2021, cuando fue sorprendido por dos delincuentes en negocio. A punta de pistola, lo atacaron para robarle lo que estaba a su alcance y le dispararon. Tras el hecho, se dieron a la fuga, aunque efectivos policiales lograron detenerlos a pocas cuadras.