Comenzó el juicio por trata de personas y abuso sexual en la secta “Templo Filadelfia”
Son 30 las personas acusadas de integrar una congregación dedicada a captar personas en condiciones de vulnerabilidad para inducirlas a entregar sus bienes y explotarlas laboralmente.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín inició el juicio contra 30 miembros de una secta religiosa conocida como “Templo Filadelfia” acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a la trata de personas, reducción a la servidumbre y abuso sexual agravado en perjuicio de una decena de víctimas.
La sede central de la organización delictiva estaba ubicada en la calle Centenera 3715, en la localidad de San Justo, partido de La Matanza, y contaba con anexos en diferentes ciudades del país. Además, había logrado instalarse en países como Paraguay y Brasil.
Según informaron fuentes judiciales, los hechos ocurrieron desde 1972 hasta el 1 de diciembre de 2020 y los acusados están acusados de los delitos de asociación ilícita en concurso real con reducción a la servidumbre y trata de personas con fines de explotación laboral agravado, en calidad de coautores en perjuicio de, al menos, 25 víctimas en situación de vulnerabilidad.
De acuerdo a lo precisado, una de las mujeres identificadas como las líderes de la organización está acusada de coautora del delito de delito abuso sexual contra cuatro víctimas, dos de ellas menores de edad al momento de los sucesos.
Los magistrados encargados en llevar adelante el debate son Fernando Machado Pelloni, Walter Venditti y Claudia Morgese y la instrucción de la causa estuvo a cargo del titular de la Fiscalía Federal N°1 de Morón, Sebastián Basso, que contó con la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Alejandra Mángano y Marcelo Colombo; de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), a cargo de Malena Derdoy; y de la Dirección General de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes (DGRADB), a cargo de Carmen Chena.
Funcionamiento de la secta
Según el documento firmado por Basso, el templo fue fundado entre 1972 y 1973 y registrado como congregación religiosa en 1981. A través de este culto, la organización se dedicó a captar personas en situación de vulnerabilidad, principalmente menores y adultos en situación de pobreza o familias disgregadas, a quienes se les hacía creer que Dios los había elegido para vivir en la sede central donde serían bendecidos y sus condiciones de vida mejorarían.
Las víctimas eran recibidas en distintos inmuebles de la secta y eran inducidas a despojarse de sus bienes y hacer entrega al culto de lo más preciado y sus objetos de valor, que podía ser desde una propiedad hasta un hijo. Allí comenzaba el adoctrinamiento religioso y la precariedad.
Los detalles de las pesquisas precisaron que las familias pasaban a vivir hacinados en habitaciones chicas y sin ventilación, una comida al día y baños en malas condiciones. Además, cumplían jornadas laborales de 12 horas sin remuneración, que incluían la producción de alimentos panificados y su venta ambulante. Todas las ganancias se entregaban a los líderes del Templo, que controlaban estrictamente las ventas.
Dentro de los métodos empleados por la organización para lograr el control total de las personas damnificadas, uno era la imposición de castigos físicos y psíquicos, que se podía dar por utilizar el dinero de las ventas para comprar alimento, manifestar deseo de irse de la congregación o rechazar una pareja, entre otros casos.
Cuando una persona desobedecía alguna regla, se realizaban reuniones grupales en donde se ponía a la persona a castigar delante de todos y se le propinaban golpes, insultos y retos vergonzosos delante del resto de las víctimas.
Integrante del Templo
La sindicada como la jefa de toda la articulación es Eva Petrona Pereyra, conocida como la “Tía Eva”, quien junto a su hermana Divina Luz Pereyra -fallecida en 1998- y su sobrina Adriana del Valle Varranza -fallecida en 2019-, llevó adelante la organización y la manipulación para convencer a los fieles.
Con el liderazgo de la “Tía Eva” el Templo Filadelfia creció en poder y extendió sus actividades a otras regiones de Argentina, como Tucumán, Neuquén, Mendoza y Salta, además de instalar sedes en las ciudades de Asunción y Rio Grande do Sul, siempre bajo la misma dinámica de captación de personas vulnerables, traslado, adoctrinamiento, aislamiento social y explotación laboral.
El cronograma del juicio prevé otras ocho audiencias a desarrollarse entre los meses de noviembre y diciembre. El fiscal del caso, Alberto Gentili, intentará sostener la acusación mediante la declaración de las víctimas, escuchas telefónicas y los resultados de los distintos allanamientos efectuados durante la etapa instructoria. Tras la primera audiencias del pasado 23 de octubre, la segunda audiencia se llevará a cabo el próximo viernes 1 de noviembre.