Museo del Fitito: la historia de uno de los autos más queridos por los argentinos

En la intersección de las calles Juan Bautista Alberdi y José Murías, en la localidad de Caseros, se encuentra el museo del Fiat 600, mejor conocido en Argentina como el Fitito.

En noviembre de 2023, en la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero, se inauguró el Museo del Fitito. Allí, los simpatizantes del memorable Fiat 600 pueden acercarse a conocer los autos que se encuentran en exposición, como así también disfrutar de las piezas de colección que están en el lugar y, por qué no, subirse al simulador y soñar con recorrer la pista de un autódromo profesional.

“La mayoría de los autos que están acá son de coleccionistas. En la página de la Municipalidad de Tres de Febrero, quienes tienen un Fiat 600, pueden inscribirse, sacar un turno y lograr que su ´fitito´ sea puesto en el museo”, comentó Mabel Díaz, encargada del museo en diálogo con El1.

Quienes deseen que su Fiat 600 esté en el salón de exposiciones deben saber que quedará, como mínimo, 15 días y máximo tres meses. “Los propietarios se van anotando a través de la página, aunque algunas personas no manejan mucho las redes o internet y entonces vienen directamente a pedir su exposición", indicó.

En el espacio cuentan con su propio "fitito", entregado en donación por una vecina del Municipio. “Lo donó Nelly, vivía a pocas cuadras de la fábrica Fiat, en Villa Bosch. Ella habló con Diego Valenzuela. En su momento le había avisado al intendente que, si alguna vez había un museo, ella donaba el suyo. Ese fue un gran incentivo para que se hiciera este espacio”, recordó Díaz.

Más de dos décadas de fabricación de "fititos"

El 8 de abril de 1960 salió el primer Fiat 600 en Argentina, pero con algunas piezas traídas del extranjero. Recién en 1962 se comenzó a fabricar con elementos íntegramente nacionales. El último "fitito" se entregó el 9 de abril de 1982. “Fiat se fusionó con Sevel y, después, desaparecieron todas las maquinarias de la automotriz, no se sabe qué pasó, ni siquiera los trabajadores entendieron porque no quedó nada”, indicó Díaz.

La encargada del museo explicó que todos los elementos y las piezas expuestas en la exhibición están gracias al patrimonio de los extrabajadores. Por eso, se los considera “piezas fundamentales" en la conformación del museo. "Son personas muy importantes”, valoró.

Según explicó Díaz, la importancia del Fiat 600 radica en que fue el primero, o el único, al que pudo acceder la clase trabajadora. "Fue pensado para el hombre que trabajaba, al que le costaba comprarse su autito. Incluso en Italia, después la guerra, apuntaron a un auto para la familia", amplió.

La inauguración del museo

La interacción de la gente con este auto es inmensa. Es un modelo muy querido por distintas generaciones. “En parte, por eso son tantas las agrupaciones que lo siguen y participan activamente del museo. A la que más le debemos es a Reunidos por el 600. Hay una pared llena de piezas conseguidas por ellos. El Municipio las mandó a restaurar para exponerlas como corresponde y se van a renovar algunas piezas porque llegaron después que se inauguró. Nosotros las agregamos porque siempre es bueno tenerlas”, detalló Díaz.

“Cuándo fue la inauguración, en noviembre, había una fila interminable de gente para entrar. Los ´fititos´ estuvieron dos días, se quedaron acá entre seis y ocho autos en el playón. Hacía mucho calor y la gente se quedaba igual. Cuando hablábamos con los visitantes se notaba el amor por el Fiat 600”, destacó la encargada del lugar. “Ahora hicieron el Fiat 600 eléctrico, pero no tiene nada que ver con lo que fue. La gente pregunta si se va a volver a fabricar, porque se lo modernizó un poco, pero no es lo mismo”, sumó con nostalgia.

“En el año 1964 quienes más lo compraron fueron las mujeres, profesionales docentes, profesoras y abogadas que se podían comprar un autito. Lo elegían porque era chiquito, simpático. Hay que destacar que en ese momento las mujeres usaban faldas y entonces cuando ingresaban subiendo la pierna, si venía alguien de frente, se les veía la ropa interior. Para que eso no ocurriera, se cambió el sentido de las puertas en 1965, para protegerlas”, relató Díaz. 

“Pisteando” con el Fitito

En el espacio se encuentra una “joyitas”: un simulador creado con la mitad de un Fiat 600. “El que tiene ganas o quiere, puede subirse. Es el mismo simulador que está en el autódromo Gálvez", contó la encargada.

El simulador permite elegir entre seis pistas diferentes y recorrerlas. El realismo del simulador permite, incluso, vivir la sensación se subirse a los “pianitos”, doblar en las curvas y, si hay un descuido al manejar, salir de la pista, todo como si el conductor estuviera a bordo de un auto de carrera en una autódromo profesional. 

Este simpático auto dejó de fabricarse hace 42 años. El Fiat 600, "fitito" o "bolita" quedó arraigado a la historia de los argentinos, en la memoria de la clase trabajadora que pudo tener su primer vehículo y, especialmente, en el gusto de “los tuercas”, quienes todavía lo siguen venerando y recordando con cariño.

Quienes quieran disfrutar de este museo, pueden acercarse de miércoles a domingo de 10 a 16 horas a su sede en Juan Bautista Alberdi y José Murías, Caseros, Provincia de Buenos Aires.