Ciudad Jardín, tierra fértil del Rock Nacional
En el marco de la celebración del Día del Rock Nacional, El1 hace un recorrido por la fructífera historia del surgimiento e inspiración de muchas leyendas de la escena local.
En el marco de la celebración del Día del Rock Nacional, El1 realizó un recorrido por la fructífera historia del surgimiento e inspiración de muchas leyendas de la escena musical local que tuvieron lugar en la región Oeste, precisamente en Ciudad Jardín.
A través del recorrido de la Ruta del Rock, se puede percibir que Ciudad Jardín, en el partido de Tres de Febrero, fue fuente de inspiración para muchos artistas. Muchos de ellos nacieron en esa localidad y otros tantos se enamoraron de sus calles y la eligieron para vivir. Así, se forjó un sentimiento identitario local a través del rock, su historias, sus mitos y leyendas.
Uno de los emblemas de la localidad es la casa de Gustavo Santaolalla. “Ahí es donde él compuso Mañanas Campestres, inspirado en Ciudad Jardín”, comentó Germán Felices, coordinador de La Ruta del Rock, en diálogo con El1. “Era monaguillo en la iglesia de la Sagrada Familia. Allí, armaron el coro junto a otros vecinos y empezaron a tocar. Los unía un poco la espiritualidad y la conexión con lo religioso y la música; así se formó Arco Iris”, añadió.
Rock en el país de la libertad...
“Cuando León Gieco vino desde Santa Fe para Buenos Aires, lo hizo con una guitarra tratando de probar suerte y escuchó a Arco Iris en la radio. Llamó al programa porque, en la entrevista, Santaolalla dijo que daba clases de guitarra”, narró Felices. Después de contactarse, Gieco fue a la casa de Santaolalla y se enamoró del barrio.
“Quiero venir a vivir acá”, cuentan que le dijo a Santaolalla. “La mujer estaba embarazada, buscaron una casa y se mudaron”, comentó el coordinador de La Ruta del Rock. “Por otro lado, Santaolalla escuchó al alumno tocar y le dijo 'te produzco un disco'. Así, recordó, nació el primer disco de León Gieco: En el país de la libertad.
En el recorrido de La Ruta del Rock, más específicamente en una parte del tramo en Ciudad Jardín, se encuentra la estación que pertenece a Sumo, la banda que fue liderada por Luca Prodan. La mítica agrupación surgió en las sierras de Córdoba en 1981. Sin embargo, sus primeros pasos los dieron en El Palomar. De esta manera, su historia comenzó a desarrollarse en pequeños bares del Oeste en 1979.
El primer recital de Sumo fue en febrero de 1982 en el Pub Caroline, de Ciudad Jardín. Se realizó en el primer piso de una galería comercial que se encontraba frente a la plazoleta Güemes, en el Boulevard San Martín y De los Aromos. Era una confitería, con pocas mesas y sin escenario. La historia cuenta que aquella presentación contó con apenas un puñado de personas. Ellos, sin saberlo, fueron testigos del nacimiento de una de las bandas más emblemáticas del rock nacional.
Sumo y Divido
De Sumo también formó parte Ricardo Mollo. Anteriormente, junto a su hermano integraba una banda llamada MAM. “Antes de eso, Ricardo tuvo una banda y tocaban en el cine Helios”, indicó el coordinador de La Ruta del Rock. En ese entonces, Ricardo tenía trece años y ensayaban en la casa familiar. En esa primera presentación, como la banda no tenía nombre, el organizador del evento los llamó Marma.
Después del fallecimiento de Luca Prodan, Ricardo Mollo y el bajista Diego Arnedo, junto al baterista Gustavo Collado, formaron “La División”. Posteriormente, pasaron a llamarse “Divididos”. En la década de 1990, la agrupación se transformó en una de las bandas más importantes del rock nacional.
Entre las vías del Ferrocarril San Martín y la estación de El Palomar funcionaba el tradicional bar La Chapita, que se convirtió en punto de encuentro para cientos de pasajeros que paraban para comer algo o beber un trago antes de subir o bajar del tren. En 1993, el grupo liderado por Ricardo Mollo homenajeó al espacio en la letra de su tema ¿Qué ves?
“Tan Solo”, Ciro
En 1987 nacieron Los Piojos y buscaban bajista para la banda. Ciro Martinez se presentó para hacer la prueba y quedó en reemplazo de Miguel Ángel Rodríguez. Cuando este retornó, Ciro siguió en la banda tocando la armónica, hasta que se hizo cargo de la voz en reemplazo de Diego Chávez. Su primer recital como vocalista de Los Piojos fue en el bar Ma Baker, que se encontraba ubicado en la calle De los Jacarandaes 3.029. Actualmente, allí funciona la bicicletería Rodados Ballester.
Estos son solo algunos de los tantos artistas que eligieron Ciudad Jardín como inspiración y lugar donde iniciar sus carreras musicales... Larga calle de libertad, tantas curvas te siento; vi encerrado un ombú gritar, el ombú que da el tiempo. No hay carteles para saber cuál será tu sendero; como la arena debe ser, como el aire de enero.