Se suma otro rechazo al desembarco de Farmacity
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Morón, Ituzaingó y Hurlingham hizo uso de la Banca Abierta en el Concejo Deliberante y planteó a los ediles la preocupación del sector por la cadena porteña. Advirtió: “Ellos, para poder ingresar en la provincia de Buenos Aires, tienen que avasallar nuestra ley”.
En la última sesión ordinaria del año, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Morón, Ituzaingó y Hurlingham, Elena Pott, explicó ante el Concejo Deliberante (HCD) de Hurlingham cuál es la preocupación de los farmacéuticos locales ante la posible entrada, en la Provincia, de la cadena Farmacity. El temor a la manipulación de las leyes y la competencia desleal.
La polémica ya se planteó en otros Concejos de la zona Oeste y, esta vez, entró en el HCD de Hurlingham por un proyecto de declaración de repudio al avance judicial de Farmacity que presentó el concejal socialista Lautaro Aragón, lo que dio lugar a que Pott planteara la posición de los farmacéuticos locales en el espacio destinado a los vecinos, la Banca Abierta.
“Tenemos sobre nuestras espaldas el tema Farmacity, porque los farmacéuticos tenemos la Ley 10.606 que regula el ejercicio profesional en la provincia de Buenos Aires y ellos (por la cadena porteña), para poder ingresar a la Provincia, tienen que avasallar nuestra ley”, se quejó la representante del sector en cuestión, y condicionó: “Si quieren ingresar, que lo hagan con las mismas condiciones con que lo hicimos nosotros, de acuerdo a la ley, y no modificando una ley como ellos quieren”.
“Esta ley provincial que regula nuestro ejercicio establece que las farmacias son centros de salud por extensión del sistema sanitario, que están distribuidas geográfica y sanitariamente en toda las provincia. Ahora, ellos quieren cambiar varios artículos, entre ellos el que establece que entre farmacia y farmacia tiene que haber como mínimo 300 metros, porque quieren concentrarse en los grandes centros comerciales y que el resto quede en la periferia, de modo que las farmacias chiquitas tiendan a morirse”, denunció Pott.
Según la farmacéutica, otros colegas del interior bonaerense informaron que, “donde se ha instalado Farmacity y no le ha cerrado los número, se ha ido y quedó la zona sin cobertura”, lo que va en contra de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “La OMS indica que los medicamentos tiene que estar al acceso de todos y si tenemos una farmacia muy lejos de otra los pacientes no tienen acceso a sus remedios”, explicó.
“Pedimos a todos los vecinos y al HCD de Hurlingham que nos apoyen y que no permitan que se modifique esta ley. Es importante que esta ley no se toque. El modelo de Farmacity, donde se mezclan los alimentos, con los medicamentos y los productos de kiosco, no es el modelo de farmacia que queremos”, postuló.
Por su parte, Aragón expresó: “El intento por parte de Farmacity de desembarcar en la provincia de Buenos Aires es más que preocupante, es el mercado queriendo regular la salud pública. Tenemos una ley que garantiza y regula la instalación de farmacias respetando distancias y cantidad de habitantes entre una y otra. No podemos dejar en manos del mercado la salud de nuestros vecinos, sabemos que esta cadena pone a los medicamentos como si fuera un producto de consumo más”, planteó Aragón.
En tanto, desde el oficialismo municipal, el concejal Adrián Eslaiman se sumó a la preocupación y el repudio por “el avasallamiento judicial que la internacional Farmacity quiere introducir en la provincia de Buenos Aires, modificando una legislación, sobre todo porque manifiesta que el quehacer farmacéutico es un servicio público”.
“Los servicios públicos se están tornando en negocios vinculados a quienes están al frente del Estado (...) Lo que quiere hacer Farmacity es eso”, aseguró el edil, y concluyó: “Vamos a estar muy atentos a todo este tipo de cosas y desenmascarar cada uno de estos negocios encubiertos que, manipulando la Justicia y la legislación, quieren poner en vilo el actual estado del derecho”.