Un hombre mató a otro de un fierrazo tras una discusión en el Acceso Oeste
Lo hizo tras una discusión de tránsito por un roce entre dos autos. “Me cebé”, declaró el agresor.
“Me cebé“, así explicó Félix Oviedo Aguilera, de 27 años, lo que le sucedió cuando mató de un fierrazo a un hombre en el Acceso Oeste. La víctima, identificada como Martín Pastorino, de 30 años, falleció en el acto.
El crimen tuvo lugar en la colectora Acceso Oeste y la calle Nicolás Repetto, en el partido de Hurlingham. Allí, los automovilistas iniciaron una discusión luego de haberse rozado con los vehículos.
En ese momento, Pastorino se bajó de su vehículo con un cortafierro con intenciones de atacar a Oviedo Aguilera, el propietario del Volkswagen Gol con el que se había rozado.
La discusión escaló a una pelea que terminó de la peor manera. Orellana le sacó el objeto a Pastorino y lo golpeó en la cabeza. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad de la zona. La víctima sufrió un corte en el cráneo con pérdida de masa encefálica.
Efectivos de la Comisaría 4ta de Hurlingham llegaron y se llevaron detenido al joven, quien iba en el auto con su esposa embarazada.
Tras el hecho, el agresor quedó detenido e imputado por “homicidio”. El caso recayó en el fiscal Nicolás Filippini, de la Fiscalía N° 8 de Morón.
"Al principio Pastorino le pegó en la nariz"
Marcos, hermano de Félix Oviedo Aguilera, quien permanece detenido, en declaraciones a la prensa expresó que "al principio Pastorino le pegó en la nariz". "Él -Oviedo Aguilera- le pedía que se fuera pero no le hizo caso y lo siguió amenazando. Mi hermano llevó a su pareja , que está embarazada, a una semana de dar a luz, al local que está enfrente”, continuó.
Luego, intentó redefinir lo sucedido procurando defender a su hermano: “Después empezaron a pelear y se ve que, de un empujón, cayó mal y se dio el cráneo contra el piso”. El registro de las cámaras muestra lo contrario. “Mi cuñada me llamó para pedirme que vaya y en esa llamada yo escuchaba a mi hermano pidiéndole al otro que se fuera. Cuando llegué estaba vivo, pero ya casi sin respirar”, concluyó Marcos Oviedo Aguilera.