Crimen del empresario: la gestora detenida negó su participación

Flavia Lorena Bomrad fue la única de los detenidos que aceptó declarar en las indagatorias por el crimen del empresario descuartizado.

La gestora detenida Flavia Lorena Bomrad negó haber tenido algún tipo de participación en el homicidio de su amigo Fernando Pérez Algaba, el empresario de 41 años hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo de Ingeniero Budge en julio pasado.

La mujer de 38 años fue la única de los cuatro detenidos por el asesinato de Pérez Algaba que aceptó declarar en las indagatorias ante el fiscal Marcelo Domínguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Lomas de Zamora, que les imputó el delito de "homicidio cuádruplemente agravado por el empleo de arma de fuego, por concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía, por placer, codicia, y falso testimonio".

Los otros tres detenidos son Matías Ezequiel Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo y Luis Alberto Contreras, quienes permanecerán detenidos al igual que Bomrad.

En tanto, por el caso permanecen prófugos Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, las dos últimas personas con las que Pérez Algaba tuvo contacto el 18 de julio último en el predio "Renacer" de General Rodríguez.

En un primer tramo de su acusación, el fiscal sostiene el agravante de un homicidio por "codicia" al entender "que existía una acreencia de la víctima para con Maximiliano Pilepich" y que el crimen ocurrió "luego de suscribir un documento de reconocimiento de deuda en una escribanía".

En su indagatoria, Bomrad coincidió con el fiscal al afirmar que, a su criterio, el crimen de su amigo "tuvo que ver con un tema de plata" y que no se sorprendió cuando desapareció y dejó de contestar sus llamados el 18 de julio pasado porque "supuso" que había regresado a Barcelona tras cobrar una suma de dinero que le adeudaban.

"Dimos por hecho en el grupo de amigos que Fernando se había ido con la plata que había cobrado", dijo la gestora, tras lo cual agregó que su amigo "cobraba un dinero y se marchaba, y no se comunicaba más con nadie hasta que él quisiera hacerlo".

La gestora admitió ante la Justicia que mantenía una relación sentimental con Pilepich y que éste le había asegurado que "le había entregado" el dinero que le debía esa tarde del 18 de julio en el emprendimiento inmobiliario "Renacer", donde fue visto por última vez el empresario.

"Fernando no subió nunca al vehículo, la última vez que lo hizo fue hace casi un año", expresó la imputada, quien reconoció que es legítima usuaria de una pistola Bersa calibre 9 milímetros compacta que se compró "por seguridad el año pasado".

También refirió que esa pistola era la que en una oportunidad le sacó su amigo Pérez Algaba "para defenderse de Gustavo Iglesias", el barra de Boca al que le debía 300 mil dólares y que lo amenazaba mediante mensajes telefónicos que le iba a "cortar las manos".

Además, la mujer esbozó una defensa sobre los prófugos Pilepich y Vargas, de quienes dijo que "no les da el perfil" como para concretar un crimen.