UNLaM: Una universidad con fuertes lazos con la comunidad
La UNLaM es un símbolo de la expansión del sistema universitario argentino. Desde su creación en 1989, creció sobre la base de la calidad educativa, de la eficiencia y con la misión de dar respuesta a las necesidades de la sociedad.
La Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) cumple 35 años y son miles los alumnos que circulan por sus aulas para formarse, con el sueño de convertirse en profesionales. Pero la imagen de este presente tan exitoso trae consigo una historia de esfuerzos denodados por contra prejuicios, laberintos burocráticos y la falta de recursos.
¿Una universidad en La Matanza?
La idea de crear una universidad en el Partido de La Matanza se remonta a principios de siglo XX. En Aldo Bonzi, la Unión Vecinal María Sánchez de Mendeville convocaba a reuniones para pedir una Universidad Popular, en consonancia con el fervor social de aquel entonces.
En la década del ´50 y apoyada en la política educativa que impulsó el Presidente Juan Domingo Perón, a través de la instauración de la gratuidad universitaria y de la creación de universidades obreras, reapareció la idea de una universidad pública en La Matanza. Esta vez, en Ciudad Evita. Pero, con el advenimiento del Golpe de Estado que destituyó a Perón, se truncó esa posibilidad.
A mediados de los ´80s, se proyectó la apertura de una sede de la UBA. Era para cursar el Ciclo Básico Común dentro de La Matanza, pero tampoco se concretó. No obstante, esa idea se retomó para la instalación de una sede de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Se trataba de la única del Conurbano en esa época, en la localidad de Isidro Casanova. Había una necesidad clara de la población de tener una universidad más cerca de casa.
Una nueva Universidad
Las exigencias del mundo del trabajo aumentaban exponencialmente. Para muchos, cursar estudios universitarios significaba un doble esfuerzo: académico, por un lado, y económico-logístico, por el otro. Es que, además de disponer de dinero, el alumno necesitaba desplazarse muy lejos de su casa. Por eso, se veían truncados muchos sueños y se cerraban las puertas de la educación superior.
Pensando en esos alumnos y en los que vendrían atrás de ellos, se impulsó un proyecto de ley que, tras su aprobación en las sesiones del 13 de septiembre de 1989 en la Cámara de Diputados y el 28 del mismo mes en Senadores, el 29 de septiembre de 1989 se sancionó la Ley 23.748, promulgada luego el 27 de octubre, donde se dispuso la creación de la Universidad Nacional de La Matanza.
Las clases empezaron a dictarse el 15 de abril de 1991. Se realizaron en las escuelas Nº 27 de Lomas del Mirador, y Nº 51 y Nº 52 de San Justo. Las tres carreras de grado que se ofrecían eran Contador Público, Licenciatura en Administración y Licenciatura en Trabajo Social.
Mientras la Universidad crecía, las autoridades comenzaron las tratativas para emplazar el futuro campus en un predio con las dimensiones y características adecuadas. Por iniciativa de la Comisión Organizadora, conformada por el actual Rector, Daniel Eduardo Martínez, la licenciada Susana Alicia Ferraris, el ingeniero Ángel Rafael Corso, el contador Héctor Carlos Cozzi y el licenciado Héctor Rubén Tomasini, se consiguió el terreno de la exfábrica de automóviles Autolatina. El antiguo “Palacio Chrysler” de La Matanza había cerrado en diciembre 1987, después de haber sido una importante fuente productiva durante casi 40 años.
Se consolida un espacio
Los tres primeros departamentos que se instalaron en el nuevo campus fueron el de Ciencias Económicas, el de Humanidades y Ciencias Sociales y el de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas en un espacio que, a partir de ese momento, contaría otra historia.
Con el correr de los años, llegarían los Departamentos de Derecho y Ciencia Política y Ciencias de la Salud, con el aporte de nuevas carreras. Otros más recientes fueron Arquitectura y Odontología. A la par de las escuelas de Artes y Medios de Comunicación y Formación Continua y Posgrado, brindan una oferta de carreras atentas a las necesidades sociales y del mercado laboral.
Pública, gratuita y de calidad, la UNLaM cuenta actualmente con una oferta académica que supera las 70 carreras de grado, posgrado, formación continua y profesional. Además, tiene una matrícula que, en más del 89 por ciento, es primera generación universitaria de la familia.
El crecimiento permanente de la UNLaM cerca de la comunidad
Desde sus inicios, rápidamente, la UNLaM empezó a moldear su identidad abierta a la comunidad. Para ello, multiplicó sus puentes y facilitó el ingreso a quienes encontrarían un lugar para estudiar idiomas, practicar un deporte, desarrollar una labor artística, leer en su biblioteca o, simplemente, asistir a debates, charlas, festejos, espectáculos o competencias deportivas. Esto fue posible a través de otra de las patas fundamentales de esta Universidad: la Extensión Universitaria.
El vínculo con la comunidad fue creciendo a la par del desarrollo académico y edilicio. Siempre se apuntó a dar respuesta a las necesidades de los alumnos y las personas que concurren a realizar múltiples actividades deportivas y culturales.
Las instalaciones y servicios
La UNLaM cuenta con casi 200 aulas, cuatro auditorios, un aula magna, 35 laboratorios de informática y espacios dedicados a la investigación, idiomas, electrónica, física y enfermería. Además tiene de un centro de simulación clínica. Este espacio está compuesto por ocho salas de atención médica que imitan la guardia de un hospital.
Asimismo, la Universidad habilitó un comedor universitario para 600 comensales. Y entre sus servicios también se destaca la Biblioteca Leopoldo Marechal, abierta a la comunidad, con más de 75 mil ejemplares y una capacidad para más de mil lectores simultáneos.
En un predio de 40 hectáreas, la UNLaM cuenta con un Polo Tecnológico. Allí, se desarrolla una veintena de empresas del software. Y en el campus deportivo, hay canchas de fútbol, básquet, rugby, vóley playa, fútbol 5, piscina semiolímpica climatizada y un microestadio cubierto para 800 espectadores. Junto a él se encuentra un gimnasio que recibe a cientos de vecinos en una variada oferta deportiva.
En los últimos años también se amplió el edificio Pérez Esquivel, ubicado en el segundo piso. En ese espacio, el Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas cuenta con dos auditorios, nuevas aulas y oficinas administrativas.
Más proyectos en marcha en la UNLaM
Actualmente está en construcción el Centro de Salud “Ramón Carrillo”. El mismo se destinará a la atención primaria de la salud, en una superficie de 1.900 metros cuadrados. Uno de sus objetivos es la capacitación como residentes de estudiantes de carreras afines como Medicina, Enfermería, Nutrición y Kinesiología y Fisiatría.
Otros anhelos están en marcha a través de la planificación de la carrera de Odontología; y la edificación de una residencia universitaria que recibirá a la comunidad académica del interior y exterior.
Como fruto de sus 35 años de vida, pasaron por la UNLaM más de 500.000 estudiantes en carreras de grado. Durante ese periodo se realizaron 182 actos de colación y obtuvieron su titulación de grado, pregrado o posgrado unos 27.000 estudiantes. Actualmente, cuenta con 78.000 estudiantes.
El desarrollo y el crecimiento siempre fueron el eje de esta Institución para brindar una educación superior de calidad e inclusiva. Y en los últimos años se fueron sumando nuevas carreras y proyectos con el mismo espíritu fundacional de quienes creyeron que valía la pena tener esta universidad en el Distrito: la Universidad Nacional de La Matanza.
Texto y edición general: Laura Villafañe/Andrea Luzuriaga
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