30 años de la Reforma Constitucional: más institucionalidad, derechos y democracia

Un acuerdo político entre las dos mayores fuerzas políticas dio nacimiento a la reforma legislativa argentina con mayor impacto desde el siglo XX a la actualidad. El análisis de una histórica convencional constituyente y de dirigentes matanceros.

A mediados de los 90, Argentina apenas había atravesado su primera década de recuperación democrática luego de la dictadura cívico militar que gobernó al país de facto entre 1976 y 1983. De la mano del Presidente Carlos Saúl Menem, del Partido Justicialista, el país entró de lleno en una era de privatizaciones, estabilidad monetaria y liberalismo económico, pero con deudas sociales pendientes, como una incipiente desocupación.

Menem, todavía con una importante cuota de respaldo ciudadano, buscaba ser reelecto como presidente en las elecciones de 1995, pero la Constitución se lo impedía. Por el lado de la oposición, su antecesor en el cargo, el radical Raúl Ricardo Alfonsín, aun mantenía el liderazgo mayoritario en la Unión Cívica Radical y el prestigio de haber sido el Jefe de Estado que ordenó el llamado Juicio a las Juntas militares.

PACTO HISTORICO. Un encuentro secreto en Olivos terminaría por sellar un acuerdo que cambiaría la historia política y social del país.

El pacto de origen

La decisión de Menem de ir por la reelección motivó a Alfonsín a proponerle un pacto. Su idea era garantizar que el contenido de una reforma constitucional no estuviera en contra de las posturas de la UCR, ni del PJ.

Así, los líderes se reunieron en secreto en la casa de quien fuera canciller de Alfonsín, Dante Caputo, ubicada a pocos metros de la residencia presidencial de Olivos, donde negociaron una serie de "coincidencias básicas" que serían conocidas como el Pacto de Olivos, firmado el 14 de noviembre de 1993.

Más allá de este núcleo de coincidencias básicas y de las necesidades políticas de ambos espacios nacería una Reforma cuyo impacto resonaría hasta la actualidad.

La Convención Constituyente, desde adentro

PLENO DEBATE. Fernández Meijide en la Convención Nacional Constituyente de 1994.

Las áreas que abarcó la Reforma fueron muchas, pero, sin agotar todos los análisis, El1 conversó con la histórica política y activista de los Derechos Humanos Graciela Fernández Meijide, quien fuera convencional constituyente y en aquel momento diputada nacional. Ella integraba el Frente País Solidario (FREPASO), espacio liderado por Carlos “Chacho” Álvarez que se uniría al radicalismo para derrotar al peronismo en las elecciones legislativas de 1997 y las presidenciales de 1999.

Fernández Meijide, actualmente de 93 años, recuerda que con el FREPASO estaban de acuerdo con reformar la Constitución, pero no con la reelección de Menem. Y así llegaron a la Convención Constituyente de 1994.

“Esa reformar constitucional era, en realidad, una necesidad política de Carlos Menem, que quería poder ser reelegido, cosa que finalmente ocurrió. Sabía que iba a tener mucha resistencia. Alfonsín, que era su adversario más fuerte, también sabía que Menem, de una u otra manera, lo iba a conseguir. Intentó entonces, y creo que tuvo buen resultado, que se hiciera un acuerdo: se llamó el Pacto de Olivos”, recordó.

Las reformas

La reforma de la Constitución de la Nación Argentina de 1994 modificó la Carta Magna introduciendo nuevas instituciones y derechos, entre ellos los de tercera generación, también llamados “derechos de solidaridad” o “derechos de los pueblos”. Son llamados así porque intentan superar el marco de los derechos individuales para centrarse en conceptos colectivos, como la comunidad o el pueblo.

Entre otras iniciativas, la Reforma introdujo normas para la defensa de la democracia y la constitucionalidad, confirió rango constitucional a los instrumentos internacionales de derechos humanos y estableció que los tratados tienen jerarquía superior a las leyes. Creó nuevos órganos de control, modificó la composición del Senado y acortó los mandatos del presidente y los senadores.

También eliminó la elección indirecta del presidente, incorporó el balotaje, creó la figura del jefe de Gabinete, estableció pautas para distribuir la recaudación de impuestos, reconoció la preexistencia de los pueblos originarios y sus derechos. Además fijó la edad máxima de los jueces en 75 años, concedió autonomía a la Ciudad de Buenos Aires y definió la recuperación de las Islas Malvinas como un “objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.

La Convención de los Derechos Humanos

“A partir de la firma del Pacto, equipos de ambos partidos contribuyeron a pensar qué cosas valía la pena introducir", rememoró Meijide. Lo que predominó fueron las convenciones que se habían firmado durante el gobierno de Alfonsín al recuperar la democracia. Así también aquellos que se habían firmado con organismos internacionales y que estaban casi todos relacionados, o todos, con derechos humanos. Por lo tanto, se la llamó la Convención de los Derechos Humanos”.

EN MARCHA. Tras el acuerdo de los líderes de los dos partidos políticos mayoritarios, se puso en marcha una reforma histórica constitucional que se destacó por la incorporación de derechos.

“Por ejemplo, se determinó que la desaparición seguida de muerte era un crimen de lesa humanidad. Desde entonces lo es. Hubo varias convenciones que el país había firmado con organismos internacionales que pasaron a ser leyes por formar parte del cuerpo de la nueva Constitución”, destacó.

"A partir de la firma del Pacto de Olivos, equipos de ambos partidos contribuyeron a pensar qué cosas valía la pena introducir en la Reforma".

Meijide también recordó la incorporación de un tercer senador al Congreso por la minoría parlamentaria: esto lo propuso Raúl Alfonsín. Es que, por ejemplo, en las provincias del norte argentino, donde el peronismo era claramente vencedor en los comicios, los dos primeros senadores que ingresaban eran de esa fuerza. Al incorporar un tercer senador al Congreso, Alfonsín intentó garantizar que ingresara un legislador por la oposición. “Lo que no imaginó Alfonsín es que con esa reforma ingresaría yo, con el FREPASO, como tercera senadora por CABA en 1995”, valoró.

Aplicar la Constitución, pero sin desvirtuarla

La exlegisladora destacó a esta Reforma por ser generadora de una mayor institucionalidad para el país al crear nuevos organismos. Aunque advirtió que la Constitución se debe cumplir, sin desviaciones que desvirtúen el fundamento y el espíritu de la nueva norma. Puso como ejemplo de ello la creación del Consejo de la Magistratura, el órgano constitucional multisectorial que tiene a su cargo la selección de los jueces federales y nacionales.

“Se puede escribir con letras de oro la mejor Constitución, pero la política debe acompañarla en su dignidad”, sentenció Meijide. Y desarrolló: “Voy a dar un ejemplo, para que esto no quede en forma abstracta. Según la Constitución, el Consejo de la Magistratura tenía que tener una cantidad equilibrada de representantes de los propios jueces, la política y la sociedad. (La expresidenta) Cristina Kirchner, sobre todo, introdujo a muchos políticos en esta cuestión de controlar la nominación de jueces”.

"Se puede escribir con letras de oro la mejor Constitución, pero la política debe acompañarla en su dignidad".

“Aunque la ley sea muy buena, la composición del Consejo de la Magistratura hace que pueda variar, y mucho, la calidad de la justicia. Y la Justicia es el Poder que puede controlar a los otros Poderes. Cada Poder debería poder controlarse, sobre todo el Legislativo y el Judicial, porque este es un sistema muy presidencialista desde Alberdi para acá. Se han burlado muchas veces desde el poder de esa capacidad de controlar a los jueces”, evaluó. En este sentido, uno de los objetivos no declarados de la Reforma fue, también, atenuar al sistema político fuertemente presidencialista de Argentina.

SESIONANDO. Mary Sánchez y Graciela Fernández Meijide, pertenecían a la minoría del Frente Grande y se quejaban de un supuesto consenso neoliberal implícito en el Pacto entre radicales y justicialistas.

“Creo que la Reforma terminó dando ventajas a la democracia. De cualquier manera, que quede claro, seguimos teniendo un Poder Ejecutivo muy fuerte. Y eso hace que, por ejemplo, en estos días tenemos que ver si el actual Presidente, Javier Milei, veta o no sobre el tema jubilaciones. La capacidad de veto es todavía muy fuerte. También es fuerte la capacidad de indulto del Ejecutivo. Una cosa que Menem hizo (los indultos) con los militares y los dirigentes de las organizaciones guerrilleras que estaban condenados y presos. Cuando Menem asumió los puso en libertad. Son viejos atributos legislativos que todavía persisten”, remarcó.

PULSEADA DE PODERES. El veto que el Presidente Javier Milei aseguró que aplicará sobre la ley de movilidad jubilatoria votada por el Congreso de la Nación es, para Meijide, muestra del fuerte poder que aun retiene el Ejecutivo por sobre los otros Poderes del Estado.

Nuevas generaciones de derechos

Uno de los aspectos más positivos de la Reforma consistió en la incorporación de nuevas generaciones de derechos. La primera generación trata esencialmente de la libertad y la participación en la vida política. Son fundamentalmente civiles y políticos, y sirven para proteger al individuo de los excesos del Estado. Estos derechos incluyen la libertad de expresión, el derecho a un juicio justo, la libertad de circulación, la libertad de religión, y el sufragio.

Los derechos humanos de la segunda generación están relacionados con la equidad y la igualdad. Son fundamentalmente sociales, económicos y culturales. Aseguran a los diferentes miembros de la ciudadanía igualdad de condiciones y de trato. Incluyen el derecho a ser empleados, más específicamente los derechos relacionados con la protección del trabajo, en todos sus aspectos. Los derechos a vivienda, a la educación y a la salud, así como la seguridad social y las prestaciones por desempleo.

"Creo que la Reforma terminó dando ventajas a la democracia", sintetizó Meijide.

La tercera generación de derechos, surgida en el siglo XX, se vincula con la solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a escala universal. Para su realización necesitan de una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario. Por eso, Fernández Meijide remarcó: “Creo que las reformas que se hicieron habilitan que hoy se hagan leyes que aumenten la capacidad de los derechos".

Fortalecimiento de la democracia

30 AÑOS DESPUÉS. Fernández Meijide, exministra y legisladora y convencional constituyente repasó con El1 el proceso de reforma de la Carta Magna, sus aciertos y sus cuentas pendientes.

La exlegisladora detalló: "Cuando uno piensa en derechos, piensa en derechos de primera generación, que son los de la vida, libertad e integridad física. Sin esos, no hay otros. Después están los de segunda generación, que son los derechos sociales y económicos. Y a partir de allí, va dependiendo de cómo va evolucionando cada país".

"Después quedan todos aquellos derechos que se llaman difusos, y que muchos de ellos ya se obtuvieron: el derecho al divorcio, el derecho a elegir el género, al matrimonio igualitario, la potestad de las mujeres al igual que los hombres sobre los hijos. Los derechos de las mujeres. El derecho al medio ambiente, que es también muy difuso y lo puede exigir cualquiera. Sí, creo que la Reforma terminó dando ventajas a la democracia”, evaluó.

La Matanza y su rol en la reforma constitucional

LA MATANZA, PRESENTE. El exintendente y líder del peronismo matancero Alberto Balestrini juró la nueva Constitución en turno con Raúl Alfonsín.

El1 también consultó a dos históricos dirigentes matanceros para que analicen la Reforma y la participación que tuvo La Matanza. Aquella histórica Convención Constituyente se llevó a cabo en las ciudades de Santa Fe y Paraná y su las deliberaciones duraron tres meses. Al concluir, se reformaron unos 44 artículos de la Carta Magna anterior.

Uno de entrevistados es el actual diputado provincial peronista Ricardo Rolleri, personalidad destacada de la Provincia de Buenos Aires por su extensa trayectoria como concejal en el Honorable Concejo Deliberante de La Matanza desde 1983 hasta 2021. El otro entrevistado es el dirigente radical José De Miguel, exlegislador nacional matancero.

"La Reforma fue nacional y la incidencia en los municipios es el reflejo de lo que pasa en el país", resaltó Rolleri.

El aporte del peronismo

En coincidencia con el repaso de Meijide, Rolleri recordó que la reforma "se concretó debido a un acuerdo entre Alfonsín y Menem", con dos objetivos principales: "un nuevo mandato presidencial para Menem, que no podía ser reelecto porque ya había hecho seis años de gobierno" y la "contrapartida", que "autorizó un tercer senador, o sea, dos por la mayoría y uno por la minoría en todas la provincias argentinas”.

“La Matanza tuvo una gran participación con las figuras de los convencionales constituyentes Alberto Balestrini, Alberto Pierri, Elba Guz de Equiza, y Luis Cigogna", puntualizó. Cabe recordar que Balestrini fue líder del peronismo matancero y referente provincial, intendente local y vicegobernador durante la gestión de Daniel Scioli. Pierri se desempeñó como presidente de la Cámara de Diputados nacional. Mientras que Guz de Equiza fue diputada por el radicalismo y Cigogna diputado nacional por el FpV. "La Reforma fue nacional y la incidencia en los municipios es el reflejo de lo que pasa en el país”, analizó Rolleri.

APROBADA. Los referentes de La Matanza desempeñaron un importante papel en la Convención Constituyente de 1994.

La mirada radical

Por su parte, José De Miguel evaluó: “Es bueno recordar ese hecho histórico, porque en la actualidad tiene mucha vigencia. Hay temas que aparecen en la agenda de la gente sin saber que se tratan de la reforma del 94'. Hoy se está hablando de la elección de los jueces, cuando (Juan Carlos) Maqueda, que es el presidente*, a fin de año cumple 75. (NR: la Reforma estableció en 75 años la edad para la jubilación de un magistrado)”.

“En esa época existía la posibilidad de diálogo político algo que hoy no ocurre lamentablemente. Pero ese diálogo político terminó en esa reforma, que tal vez la gente no ve reflejada en su vida cotidiana”, reflexionó el dirigente radical.

"Para los grandes acontecimientos institucionales del país, La Matanza, por historia y propio peso, tuvo una gran participación", valoró De Miguel.

“La Matanza tuvo una gran participación, un gran protagonismo con Guz de Equiza, Balestrini, Pierri y Cigogna. No podía ser de otra manera. Para los grandes acontecimientos institucionales del país, La Matanza, por historia y propio peso, tuvo una gran participación. Pero, lamentablemente, lo ha perdido. Hemos tenido cuatro diputados nacionales, pero actualmente quedó uno, de la mayoría, por el Partido Justicialista. Ese es un tema que La Matanza deber replantearse para que haya más representantes matanceros, independientemente del color político”, concluyó.

*Ministro de la Corte Suprema de Justicia.

Créditos

Producción y texto: Gustavo Montiel.

Producción periodística: Marcela Fernández

Coordinación periodística y edición general: Andrea Luzuriaga y Laura Villafañe

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Producción: Virginia Libonati

Locución: Agustina Seyler

Edición: Oscar Falcón