“Si volvemos a estar cuatro o cinco meses cerrados, no habrá más shopping”, advierten desde el centro de compras de San Justo

Hace dos semanas, el Gobierno nacional estableció una serie de restricciones ante la segunda ola de contagios de COVID-19. Y se espera que, este viernes, las medidas sean prorrogadas y hasta profundizadas, lo que preocupa a algunos sectores comerciales, que, en los últimos días, debieron permanecer cerrados.

Tal es el caso de los shoppings, por lo que Radio Universidad dialogó con el gerente comercial del San Justo Shopping, Pablo Bendayán, que dio su opinión al respecto: “Entendemos el panorama complejo en el que estamos a nivel salud, pero, también, entendemos que somos un espacio de lo más seguro que hay, en cuanto a comercio”.

“Hemos establecido procedimientos y controles altísimos, de lo mejor que se puede encontrar en La Matanza”, aseguró, y recordó lo difícil que fue el año pasado, para el lugar, durante la primera ola de coronavirus: “Estuvimos siete meses cerrados, que es una enormidad y fue un golpe tremendo, viniendo de años de crisis, en los que ya se había retraído el consumo”.

En esa línea, precisó que “del shopping, viven mil familias” y que “el año pasado, se perdió un 20 por ciento, y hay otro 20 ó 30 que está subvencionando o pagando para que siga estando el comercio”. “Si volvemos a estar cuatro o cinco meses cerrados, no va a haber más shopping porque es inviable continuar”, advirtió.

“Hubo marcas importantes que cerraron todas sus cadenas con el primer cierre”, alertó, por lo que, desde el lugar se propone continuar trabajando, durante estos días, “con un formato de galería, es decir, sin entretenimiento, pero que los comercios puedan trabajar”.

Así, ante la posibilidad de que las restricciones puedan ser prorrogadas, Bendayán destacó la necesidad de otras alternativas para cuidar su rubro y otros que están en la misma problemática: “Hay que encontrar un balance entre la economía y la salud y buscar la forma de que no se frene la rueda de la producción y el consumo”.

Por último, remarcó que “hay que ver cómo funciona cada lugar” y sostuvo que “la responsabilidad tiene que ser de la gente porque el Estado no puede controlar todo y a cada uno”. “Y esa responsabilidad tiene que ser para cuidar la fuente de laburo del otro y al personal de salud”, concluyó.