Precios Justos: una de las últimas cartas del Gobierno en su "guerra" contra la inflación
La propuesta busca contener la inflación, que trepó a 76,6 por ciento en los primeros diez meses del año. "La medida llegó un poco tarde porque, en los últimos cuatro meses, los alimentos aumentaron casi 40 por ciento", sostuvo Bussetti.
De la Edición Impresa
Hace más de dos semanas, el Gobierno nacional lanzó Precios Justos, un acuerdo con cien empresas que contempla el congelamiento de los valores de 1.700 artículos hasta el 28 de febrero de 2023. El objetivo es establecer precios de referencia y contener la inflación, que llegó a 76,6 por ciento en los primeros diez meses del año.
En diálogo con El1 Digital, Pedro Bussetti, titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), señaló que “la medida puede resultar interesante”, aunque criticó que “llegó un poco tarde”. “En los últimos cuatro meses, los alimentos aumentaron casi 40 por ciento. Por eso, esto se debería haber implementado en julio para evitar estos aumentos injustificados”, sumó.
Además, puso el foco en lo que concierne estrictamente a algunos artículos determinados: “De los 1.700 productos que hay en el programa, hay 800 que pertenecen a las marcas de los supermercados adheridos, lo que quiere decir que estos bienes solo se van a poder comprar en dicha cadena y no en otro lugar, ya que son los propietarios de la marca”.
“Aspiramos a que no se repita lo que pasó con Precios Cuidados, que, durante todo el año, no llegó a más de un 50 por ciento de cumplimiento”, sostuvo, por otro lado, sobre la importancia de que el programa tenga un nivel alto de acatamiento porque, de otro modo, los productos no se encuentran y/o los valores no se contienen.
En esa línea, la titular de la Cámara de Supermercadistas Chinos, Yolanda Durán, aseguró a Radio Universidad que “ya todas las empresas aumentaron entre diez y doce por ciento, reconocido por todas las cámaras que representan al comercio”. “El Gobierno no tiene que validar ningún tipo de aumento más”, reclamó.
Asimismo, Durán hizo hincapié en que la política de congelamiento de precios podría extenderse a otros rubros, tanto comerciales como industriales: “Que el cliente pueda realizar las denuncias en los casos en que un producto esté por arriba de su precio es una forma de colaborar, pero se debería sumar a esto a las dietéticas, la ropa y los medicamentos”.
Alcance del programa
Por otra parte, Bussetti hizo hincapié en el alcance de la propuesta: “Si bien incluye más de 2.000 superficies comerciales en todo el país, éstas pertenecen a las grandes cadenas de supermercados, pero, hoy, el 70 por ciento del consumo de Argentina se hace a través del comercio de proximidad, que, lamentablemente, no está incluido”.
En sintonía, el presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, expresó a este medio: “Esto empuja a los clientes al hipermercado. Inevitablemente, el monopolio le vende de forma directa al hipermercado, pero no a nosotros”. “Vamos a tratar de acceder porque no da más el bolsillo para nadie”, concluyó Durán.
La rentabilidad, la otra problemática
Una cuestión en la que puso el foco Savore es en la referida a la rentabilidad de los almacenes y comercios de barrio: “El 80 por ciento de la mercadería se la compramos a los mayoristas y, si ellos venden los Precios Justos, ¿cuánta es la rentabilidad que nos queda a nosotros?”
En ese sentido, indicó que desde la Secretaría de Comercio pidieron que no se compren productos que aumenten por encima del cuatro por ciento: “En estos días le mandamos las listas en que una empresa de gaseosa subió un ocho por ciento y una de lácteos incrementó un cuatro”. “Otra firma muy importante de edulcorantes elevó los precios un diez por ciento y la más grande de papas fritas anunció un 18”, precisó.
