Pobreza e indigencia: cuánto quedaron atrasados los salarios
En promedio, el ingreso total de los hogares tuvo un aumento de 87,8 por ciento, mientras que las canastas que miden la pobreza y la indigencia subieron 119,3 y 115,3, respectivamente.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) precisó el impacto de las políticas económicas del Gobierno nacional e informó que, desde la asunción de Javier Milei, la pobreza trepó a 52,9 por ciento, doce puntos por encima de lo registrado a fines del 2023. Así, se estima que alrededor de 24,9 millones de argentinos son pobres.
Además, dentro de este número, se distingue un 13,6 por ciento de hogares que está por debajo de la línea de indigencia, lo que representa un 18,1 de la población, casi siete puntos por encima de fines del 2023. Este crecimiento exponencial de la pobreza y la indigencia se explica, principalmente, por la pérdida de poder adquisitivo y el atraso que sufrieron los salarios.
Porque, en promedio, el ingreso total de los hogares tuvo un aumento de 87,8 por ciento, mientras que las canastas que miden la pobreza y la indigencia subieron 119,3 y 115,3, respectivamente. De esta forma, en ambos casos, los niveles de vida se encarecieron por encima de los ingresos.
En rigor, en el 42,5 por ciento de los hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza, el ingreso promedio, en el primer semestre del año, fue de 407.171 pesos, frente a una canasta básica de 709.318. Por su parte, los salarios familiares promedio en los hogares indigentes fue de 232.453 pesos, insuficientes para costear su canasta, valuada en 349.073.
A estos datos se debe sumar el crecimiento del desempleo, que, también según el INDEC, ascendió a 7,6 por ciento en el segundo trimestre del año. En línea con esto, desde el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) se precisó que, desde la asunción de Milei, se perdieron más de 204.000 puestos de trabajo registrados y se profundizó la precarización laboral.