Mercado Central: “No es poco retrotraer los precios y cuidar el bolsillo de la gente”, afirman

Así lo destacó el vicepresidente del Mercado Central, Raúl Díaz, sobre la decisión de los operadores mayoristas de bajar los precios de las frutas y las verduras un 20 por ciento. “Lo valioso de esta medida es que surge de los propios productores, que están resignando ganancia para aliviar el bolsillo de la gente”, remarcó.

Desde esta semana, y en el marco de la batería de medidas económicas anunciadas por Sergio Massa, los operadores mayoristas del Mercado Central decidieron retrotraer los precios de las frutas y las verduras un 20 por ciento. Así, por ejemplo, el kilo de tomate se vende a 240 pesos, mientras que el de lechuga tiene un valor de venta al público de 140.

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Sobre el tema, Radio Universidad dialogó con el vicepresidente del Mercado Central, Raúl Díaz, quien destacó la decisión que se tomó en conjunto con las cámaras y el sector productivo, en el contexto de una inflación de más de 116 por ciento interanual: “No es poco retrotraer precios, hacer un esfuerzo y cuidar el bolsillo de la gente”. En esa línea, remarcó que “lo valioso de esta medida es que surge de los propios productores y operadores del Mercado Central, que están resignando ganancia en función de alinearse en una política que intenta aliviar el bolsillo de la gente”. “Me parece un gran gesto de un sector que resigna ganancia en una apuesta a futuro”, aseveró.

Además, Díaz se refirió a las pocas posibilidades de stock: “El Mercado Central funciona mucho por la oferta diaria, porque no hay mucha posibilidad de stockear en lo frutihortícola”. “Tiene que haber un precio de referencia para que, cuando la gente va al autoservicio o a la verdulería del barrio, vea la diferencia con respecto a los valores del Mercado Central”, agregó.

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“Así, se le da una herramienta al consumidor para que sepa a cuánto puede comprar en los casos en que registre algún abuso. Esto ayuda a que funcione la ecuación para que, también, los productores puedan vender más”, aseguró, y añadió: “Hay sectores económicos que hablan de medidas paliativas, pero, hoy, la gente busca precios y cuenta peso por peso”.

Con respecto al tiempo de vigencia de los valores, indicó: “Los precios congelados, en esta actividad, no existen. Nosotros pensamos revisar los números cada diez días porque, incluso, algún producto hasta puede bajar”. “Con esto, va a haber mayor posibilidad de consumo y la gente va a poder comprar más comida”, subrayó.

Por último, hizo hincapié en el difícil contexto económico en el que se anunciaron las medidas: “No se pueden negar las dificultades heredadas, con permanentes intenciones de desestabilización, corridas de mercados, aprietes del Fondo Monetario Internacional y una oposición que, en etapa electoral, tira propuestas imposibles de realizar”.