“La gente usa los ahorros para pagar el día a día”, alertan los almaceneros

A pesar de la desaceleración de la inflación, la escalada de precios sigue y no puede perforar el tres por ciento mensual. Esto, junto a los salarios que quedaron desfasados y al creciente número de trabajadores desempleados, lleva a que los ingresos de los hogares rindan menos, lo que se refleja en el consumo.

En diálogo con Radio Universidad, el titular de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, fue tajante con la situación: “El día 15 ya es fin de mes”. “Los productos de las empresas pymes cubren cada vez más nuestras góndolas. La gente lleva estos productos porque le gustan, pero también porque no puede pagar las primeras marcas”, agregó.

Además, Savore hizo hincapié en que, “de cada diez compras, solo dos son en efectivo”. “El formato virtual, ya sea por tarjetas o por transferencias, es lo que está abarcando más. Incluso, vemos que, a mediados de mes, la gente pregunta si puede pagar con tarjeta de crédito”, aseveró sobre la metodología digital de pago.

Los ahorros, al consumo de bienes básicos

En ese sentido, señaló sobre la gravedad de la coyuntura económica: “La gente está usando tarjetas de crédito para compras de unos 7.000 pesos porque no tiene dinero”. “En este contexto, el laburante hace magia para llegar a pagar lo indispensable y, también, lo que no es indispensable”, añadió.

Además, habló de los almacenes, supermercados e hipermercados que empezaron a aceptar dólares como moneda de pago: “Se aceptan hasta los llamados ‘cara chica’. En mi caso, llamo al mayorista, le pregunto a cuánto me toma el dólar y le digo el precio al cliente”. “Esto significa que la gente está sacando ahorros para pagar su día a día”, afirmó.

Por último, indicó que la situación también es delicada para el sector, que podría estar entrando en una economía crítica: “Hace menos de un mes que empezamos a trabajar en un censo para ver si se registran cierres de nuestros comercios”. “Todavía no notamos cierres de almacenes, pero estamos en la cuerda floja”, concluyó.