“La desaceleración de la inflación no va a seguir con la misma velocidad”, señalan

“La inflación anual del 2024 podría rondar el 130 por ciento", vaticinó Abram.

“Hay una necesidad de restringir el tipo de cambio oficial porque, si no, el Banco Central continuamente pierde reservas”, remarcó Abram.

Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer la inflación de julio, que se espera sea más baja que la de junio. Porque ese mes hubo un rebote en la medición y se cortó una racha de cinco meses en desaceleración, tras el abrumador 25,5 por ciento registrado en diciembre pasado, primer mes con Javier Milei en el Gobierno.

En diálogo con El1, el economista y director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, habló del tema y expresó: “La desaceleración de la inflación no va a seguir con la misma velocidad porque se partió de una inflación mensual de más de 25 por ciento, en diciembre”. “La desaceleración se iba a notar mucho más que si se bajaba de un cuatro”, agregó.

Además, destacó que “todos los que criticaban al Gobierno erraron sus pronósticos porque nadie pudo prever que la desaceleración en el primer semestre podía ser tan alta”. “La inflación anual del 2024 podría rondar el 130 por ciento. Nosotros pronosticamos el menor dígito, con un 180 por ciento, el resto hablaba de un número que hasta podía ser mayor al del año pasado”, añadió.

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Sobre los altos índices, señaló que “están provocados por lo que fue la destrucción del valor de la moneda para la financiación de gastos electorales, el año pasado”. “Esto termina impactando en los precios de los bienes y servicios de la economía en un período de entre nueve y 18 meses, pero, en Argentina, se está más cerca del impacto en los nueve meses”, sumó.

Por último, Abram hizo hincapié en “el atraso de los precios regulados y en las tarifas de los servicios públicos, que, en algún momento, se tiene que corregir”. “Esto puede hacer que la desaceleración se modere”, vaticinó, frente a los tarifazos en los servicios de primera necesidad, como la luz y el gas, y el transporte público, entre otras cosas.

Vale remarcar que la inflación más reciente, de junio, fue de 4,6 por ciento. Con este dato, el acumulado del año trepó a 79,8 por ciento, en tanto que la variación ascendió a 271,5 por ciento en los últimos doce meses. Según las consultoras privadas, julio tendría una inflación que iría de 3,2 a 3,8 por ciento.