Inflación: “El problema es hasta dónde aguanta el bolsillo del consumidor”, planteó Savore

La semana pasada, el INDEC informó que la inflación de diciembre fue la más alta en más de 30 años, con 25,5 por ciento, con lo que el 2023 acumuló una cifra anual de 211,4. Pero lo más preocupante es que, durante los doce meses, los alimentos impulsaron el promedio inflacionario, siendo el rubro que más se encareció, con 251,3 por ciento.

Consultado sobre la problemática por Radio Universidad, el presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, expresó: “Los almaceneros no nos vamos a olvidar nunca de diciembre porque fue correr detrás de los aumentos. Llegamos a pagar la mercadería más cara de lo que la vendimos”.

Además, sostuvo: “En la primera semana de enero, el café aumentó un 15 por ciento, y hubo otro tanto en los lácteos”. “Estimamos que, desde noviembre hasta ahora, la mercadería aumentó más de cien por ciento. Por esta situación, sobre todo, en las primeras marcas, se está potenciando cada vez más la venta PYME”, aseguró.

Asimismo, hizo hincapié en la caducidad que presentan los productos que comercializa: “Le planteé a los mayoristas que nosotros comercializamos alimentos, que tienen fecha de vencimiento, y no queremos que se empiecen a poner de oferta cuando están cerca de su vencimiento, como hacen ellos. No hay que ser egoísta y especular hasta que venzan”.

Precios por las nubes

Con respecto a las subas de precios, Savore precisó: “Un aceite girasol de 900 mililitros de primera marca, a inicios de noviembre, estaba 550 pesos, pero, a fines de ese mes, se vendía a 1.380, con lo que podemos decir que, hoy, ya cuadruplicó su valor. Y la harina, con la quita del subsidio, aumentó más de 60 por ciento, lo que se ve reflejado en fideos y galletitas”.

“Hoy, un sachet de leche de primera marca cuesta 700 pesos, mientras que un paquete de manteca se vende a 1.200, y un yogurt de un litro, a 1.800. Y el café instantáneo de 170 gramos, que estaba 1.690 pesos, hoy, sale 3.100”, aseveró, por lo que planteó: “El problema es hasta dónde aguanta el bolsillo del consumidor”.

Menos clientes de vacaciones

Por último, Savore se refirió a la performance comercial del rubro este verano, que es mejor a la esperada, algo que, no obstante, no representaría un buen indicio económico: “Los almaceneros planteábamos que, en enero, la caída de ventas iba a ser de 50 por ciento, pero termina siendo de entre 15 y 20”.

“Con los colegas nos preguntamos los motivos de este fenómeno y coincidimos en que se debe a que mucha gente no se fue de vacaciones”, señaló, al tiempo que concluyó. “Muchos clientes nos dijeron que no se fueron porque un pasaje de micro cuesta entre 70.000 y 80.000 pesos, entre ida y vuelta, más el precio de un alquiler y lo que gastarían allá”.