“Hoy, el panadero más complicado pasa a la informalidad”, alertan
“Todavía no nos da para un aumento del 30 por ciento. Por ahora, el número nos da entre 15 y 20”, precisó el presidente del Centro de Panaderos de La Matanza, Javier Guiraldes.
Los aumentos en determinadas materias primas y los tarifazos en los servicios de primera necesidad, como la luz y el gas, generan que las alzas deban trasladarse al producto final. Por eso, desde esta semana, las panaderías anunciaron que debieron ajustar el precio de sus principales bienes, como el pan y las facturas.
En diálogo con Radio Universidad, el presidente del Centro de Panaderos de La Matanza, Javier Guiraldes, confirmó que, este lunes, las panaderías amanecieron con nuevos precios: “Desde la Federación estamos sacando los costos con las subas que se vienen en las materias primas”.
En esa línea, precisó que, en la mayoría de los locales, los nuevos valores son inferiores a los que trascendieron en un principio: “Todavía, no nos da para un aumento del 30 por ciento. Por ahora, el número nos da entre 15 y 20”. “Lo que más golpea es el incremento en la harina y en los servicios, como la luz y el gas”, añadió.
En ese sentido, Guiraldes indicó que “el kilo de pan está entre 2.300 y 2.600 pesos”. “Este año viene muy complicado porque arrancamos con aumentos en los alquileres, en los servicios y en la harina. El panadero que no pudo trasladar los precios, no pudo pagar las boletas ni la mercadería, y tuvo que cerrar”, aseguró.
Por eso, señaló que algunas panaderías ya tuvieron que cerrar en forma definitiva, mientras que otras han tenido que reconvertirse y sumar productos: “Vemos que el panadero se ajusta y se transforma, es decir, algunos ponen servicio de cafetería o agregan comidas para no cerrar”. “El panadero más complicado pasa a la informalidad para abaratar costos”, alertó.
Con respecto al consumo, consignó que “bajó entre 15 y 30 por ciento, dependiendo de cada lugar”. Además, hizo hincapié en cómo las personas abaratan costos en el rubro: “Lo que más se vende es el pan. Se dejaron de vender facturas, sándwiches y lo dulce. La gente compra pan y desayuna y merienda con pan. Incluso, hay gente que está cenando con pan”.
El antecedente y lo que viene
Sobre otro momento delicado del sector, el también vicepresidente de la Federación Panaderil de la Provincia de Buenos Aires recordó: “Cuando arrancó el Gobierno de Mauricio Macri, en 2016, pasó algo similar con los tarifazos. Pero se puso un recurso de amparo y las tarifas se mantuvieron unos meses para que nos acomodemos. Ahora, fue todo muy de golpe”.
Por último, en lo que concierne a los precios, mencionó: “Los molinos dicen que hay sequías en Estados Unidos, uno de los compradores de granos de Argentina, e inundaciones en Brasil, por lo que no cosecharán granos y comprarían al país”. “Por eso salen los granos para afuera, lo que aumentaría la demanda y, por ende, los precios”, vaticinó.