Falta de gasoil, escasez de divisas, precios relativos y cómo evitar continuar con la “mala praxis”
El economista Sebastián Scheimberg dio cuenta de la importancia de un acuerdo político para zanjar y dar solución a algunos problemas del país considerados estructurales. Cómo escapar a los precios relativos y qué relación tiene la falta de dólares con la de gasoil.
Por Sebastián Scheimberg*
Está la cuestión de que el modelo está un poco endeble porque hay mala praxis. No puede existir esta brecha en el tipo de cambio porque eso genera incertidumbre. Está la sensación de que, al interior de la coalición de Gobierno, no hay una columna que esté sólida y que haya tanta confrontación, sin dudas, no ayuda.
Es importante la reunión que tuvo Cristina Fernández con Carlos Melconian, un economista de una corriente tan opuesta a la idea que tiene la vicepresidenta sobre el acuerdo con el FMI. Si no hay un programa que aglutine a todas las fuerzas y tenga un respaldo político consistente, esto va a ser parche tras parche.
Problemas estructurales
Lo que vemos es que el problema es estructural: la falta de gasoil, el problema con el gas, las importaciones y los dólares que faltan. Siempre damos vueltas sobre esto. Cuando el dólar paralelo y el dólar financiero están muy arriba, hay una sobrefacturación de importaciones porque se quiere tener dólares de cualquier manera, y una subfacturación de exportaciones.
Siempre que esa brecha se acerca al ciento por ciento hay como un temblor en el país, y fue lo que pasó en noviembre del año pasado, cuando se pudo contener. El riesgo es que el freno a las importaciones termine afectando el nivel de actividad, lo que, desgraciadamente, todos estamos augurando.
Dólar solidario y dólar blue
A pesar de determinadas prácticas, el dólar blue no es legal. Está la posibilidad de comprar dólares en el mercado formal, el hoy llamado dólar solidario, que tiene un impuesto alto y se acerca mucho al blue. Todos estos tipos de cambio arbitran la economía. Es como cuando se tiene el combustible muy barato en un lugar y más caro en otro. Ahí, uno va a cargar el combustible al lugar en que está barato, llena el tanque y vuelve. Cuando el diferencial es tan grande que no rinde, luego, se tiende a achicar. Cuando el dólar financiero se aleja, también, se empieza a alejar el blue porque hay una percepción de escasez.
El mercado blue es un libre mercado en el que confluye la oferta y la demanda, y se determina un precio. Cuando hay un exceso de demanda, el precio sube, pero el precio baja si hay más oferta. Lo que pasa es que, de alguna manera, todos los agentes económicos y reguladores tienen un ojo puesto en ese mercado, aunque sea ilegal, y hay intervención con fondos que se venden y se compran. Ahora, hubo una huida de fondos y subió mucho el dólar financiero. El blue tiende a acercarse al financiero porque es una especie de sustituto. El problema siguen siendo la escasez de dólares y la desconfianza. Cuando uno no tiene un instrumento de ahorro interesante, va al dólar.
Precios relativos y necesidad de divisas
La escasez de dólares es una paradoja porque Argentina es uno de los países que tiene más dólares en el mundo, aunque también afuera. Hay un desajuste en la economía, el empleo privado no crece hace tiempo y el país necesita generar los dólares de exportación. Y hay un problema de precios relativos.
El primer precio relativo distorsionado es el tipo de cambio: hay que mejorar la productividad para que la moneda propia no sea tan barata. Y, para mejorar la productividad, hay que generar empleo, inversiones, empleo de calidad y confianza. Esto, seguramente, va a revalorizar la moneda, todo lo contrario a lo que ocurre que cuando se es poco competitivo.
*Economista y docente de la UNLaM